Los probióticos y la salud infantil

Autor: Saavedra José M.

Fragmento

Los productos de leche y cereales fermentados se han consumido por siglos, como una forma de conservar los productos de leche y de cereales. A principios del siglo, el científico ruso Elie Metchnikoff sugirió que el consumo de microbios vivos en los productos lácteos fermentados podrían explicar la longevidad de ciertos grupos étnicos en Europa Oriental. En una época en la que muchos padecimientos empezaban a tener explicación por medio de bacterias patógenas específicas, Metchnikoff propuso que el consumo regular de bacterias no patógenas ayudaba a mantener una flora intestinal saludable y que ese «equilibrio» entre bacterias patógenas y no patógenas era benéfico para nuestra salud. En la década de los 60's Fuller las definió ampliamente como «complementos alimenticios de microbios vivos que afectaban benéficamente al animal huésped al mejorar el equilibrio microbiológico intestinal». El interés en el uso de agentes microbiológicos vivos con el propósito de mantener la salud y prevenir o tratar enfermedades ha tenido gran auge en los últimos anos. Posiblemente, muchos son los factores responsables de lo anterior. Uno de ellos es la búsqueda de «alimentos sanos» al igual que tratamientos alternativos a los antibióticos. El yogurt, que contiene cultivos activos vivos, se considera uno de estos «alimentos sanos» en la cultura popular occidental. Asimismo, se reconoce que la «esterilización excesiva» de nuestro medio ambiente, en especial nuestros alimentos, puede finalmente tener consecuencias detrimentales y también es parte de este fenómeno.

Palabras clave:

2006-09-22   |   995 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.5. Agosto 2000 Pags. 21-24 Arch Invest Pediátr Méx 2000; 3(Esp.)