Semblanza del Dr. Rodulfo Figueroa Esquinca

Autor: Barret Gonzalo

Fragmento

Cuánta razón tenía el poeta y cardiólogo Enoch Cancino Casahonda, cuando en las calurosas tardes de verano nos reuníamos en su consultorio a terminar la jornada para leer algunos de los textos que se nos habían resbalado de los sueños en las noches de insomnio en que, como una cantinela, se acomodaban las sílabas en rimas consonantes o asonantes según el caso, o en la maravillosa cadencia de la melopea del verso libre; cuando nos decía: “una de las vocaciones primarias de los chiapanecos es ser médico”, de esta manera todos en alguna ocasión creemos serlo. Pero también ningún médico se puede preciar de serlo cuando a la mitad de su vida no ha dedicado parte de su tiempo de ocio al maravilloso trabajo de escribir lo que él considera poesía, aunque muchos de sus textos se queden arrumbados en los cajones de su escritorio. Este es el caso de Don Rodulfo Figueroa Esquinca, médico chiapaneco y destacado poeta que es reconocido por retratar en sus textos las dificultades del estudiante de medicina al confrontar la realidad, siempre cruda, del padecimiento humano en contra de la curiosidad de saber cada vez más, a costa de la sensibilidad y de una ética anclada en los valores humanos tradicionales y en el pensamiento romántico.

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2014-04-29   |   219 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.1. Enero-Marzo 2013 Pags. 44-45 Sal Chiap 2013; 1(1)