Resumen

La trombosis venosa cerebral es una enfermedad rara, con manifestaciones clínicas muy variadas y, generalmente, no específicas. Las clásicas descripciones tempranas de la trombosis venosa cerebral se basaron en los hallazgos de autopsia en déficits focales alternantes o bilaterales, crisis convulsivas y estado comatoso, manifestaciones que se describieron como hechos clínicos más o menos constantes. En los últimos 30 años, el progreso en la neuro-imagenología ha permitido que el diagnóstico de la trombosis venosa cerebral sea más fácil y el espectro clínico de esta enfermedad haya aumentado de manera importante. Sin embargo, a pesar del cada vez mayor conocimiento de esta enfermedad, ésta sigue siendo un problema cuyo diagnóstico correcto frecuentemente es mal interpretado, retardado o inadvertido. La trombosis venosa cerebral es un padecimiento que se reconoce con poca frecuencia: su manifestación clínica es en extremo variable, al igual que su modo de inicio, su imagenología y su curso clínico. Su pronóstico, aunque mucho mejor que lo que antes se pensaba, por lo general permanece impredecible. En la actualidad, la combinación de la imagen por resonancia magnética y la venografía por el mismo método son el mejor recurso diagnóstico y de evaluación posterior de la trombosis venosa cerebral. En casos de gran sospecha clínica deberán realizarse estos estudios como investigación inicial. El tratamiento más importante de esta enfermedad es la anticoagulación con heparina, incluso en el caso de hemorragia cerebral, seguido lo más pronto posible por anticoagulantes orales, a pesar de que no se haya establecido la duración óptima de la anticoagulación oral. Con base en el conocimiento de la trombosis venosa sistémica se considera que debe prolongarse durante tres a seis meses. En apariencia, la trombosis local aún no ha demostrado su eficacia y seguridad. Esta puede utilizarse en pacientes con empeoramiento clínico relacionado con la extensión de la trombosis venosa, a pesar de la anticoagulación y en ausencia de hematomas cerebrales. El tratamiento quirúrgico se limita a un drenaje ventricular externo y craneotomía suboccipital en los muy raros casos de trombosis de venas cerebelosas con infarto cerebeloso y gran edema perilesional. Los recientes avances en neuroimagenología y el descubrimiento de factores protrombóticos, como alguna de las causas de la trombosis venosa cerebral, han aumentado significativamente la acuciosidad diagnóstica y el mejor y más temprano reconocimiento de esta enfermedad. La lista de factores causales de este padecimiento también se ha incrementado en los últimos años. Sin embargo, debido a su curso clínico impredecible, su gran variabilidad en su forma de instalación, así como la multiplicidad de manifestaciones clínicas, tienen a la trombosis venosa cerebral como un reto diagnóstico y terapéutico.

Palabras clave: Trombosis venosa cerebral diagnóstico tratamiento.

2003-03-11   |   3,574 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.14. Enero-Marzo 2002 Pags. 15-27. Med Univer 2002; 4(14)