Autores: Sauceda Durán Alma Yadira, Muñoz Espinosa Linda Elsa
La hepatitis alcohólica es una lesión necroinflamatoria que se caracteriza por necrosis, inflamación y fibrosis. Su fisiopatología no es del todo conocida y existen cuatro teorías para explicarla: 1) hipoxia centrolobulillar, 2) activación de neutrófilos, 3) infiltración de células inflamatorias y 4) formación de aductos antigénicos. Sobreviene con un amplio espectro de manifestaciones clínicas que van desde el paciente asintomático hasta el paciente gravemente enfermo con encefalopatía, insuficiencia renal y coagulopatía. La principal característica de laboratorio es la elevación de las bilirrubinas y una relación TGO/TGP>2.0. Su tratamiento ha llegado a incluir una variedad de medidas y medicamentos, entre los que se incluyen la colchicina, el propiltiouracilo, los factores de crecimiento, la terapia nutricional, los corticosteroides y la pentoxifilina. Los corticosteroides y la terapia nutricional son dos de los más estudiados y utilizados; existen estudios aleatorizados que demuestran su impacto en la mortalidad durante el primer año. En tiempos más recientes se ha estudiado la pentoxifilina y ha dado resultados alentadores en la disminución de la mortalidad; sin embargo, aún no se aprueba su uso rutinario. La mortalidad por hepatitis alcohólica grave es del 40 al 65% y ocurre más durante los primeros 30 días de la enfermedad. Las variables más sobresalientes relacionadas con un pobre pronóstico son la encefalopatía, el sangrado del tubo digestivo, las coagulopatías, la insuficiencia renal y continuar el consumo de alcohol. Un elevado porcentaje de pacientes progresa a cirrosis aun a pesar de suspender la ingestión de alcohol.
Palabras clave: Hepatitis alcohólica corticosteroides terapia nutricional pentoxifilina.
2003-03-12 | 3,650 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.15. Abril-Junio 2002 Pags. 88-96. Med Univer 2002; 4(15)