Autores: Fuentes Valdivieso Rocío, Lara Padilla Eleazar
El incremento de la violencia en los espacios laborales parece ser una realidad cotidiana, pero obviada. A menudo no se entiende, tampoco se reconoce, únicamente se percibe como un malestar indescriptible que no se puede definir porque no se le nombra, se opta por soluciones simples: apartando o estigmatizando a las personas en su espacio de trabajo. La estigmatización siempre va dirigida hacia el blanco del acoso; así los jefes o legas hacen ver a estas personas como conflictivas, problemáticas y otras más, constantemente enfermas. Casi siempre las personas que padecen algún tipo de acoso se ausentan de sus labores para ver al médico; en otras más, no sienten deseos de ir a su centro de trabajo. Así, varias mujeres y hombres arrastran una fatiga crónica acompañada de dolor músculo esquelético y pocas veces comprendido.
2014-07-18 | 1,273 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.5. Octubre-Diciembre 2013 Pags. 35 Act Méd Polit 2013; 1(5)