Vivir la medicina.

El estigma 

Autor: Palacios Boix Alberto Alfonso

Fragmento

Don Luis solía pasearse por los sectores con sus babuchas doradas. En una semana de internamiento había convocado a los otros pacientes a un club de lectura, partidas de póker a deshoras y era ya el confidente de varias mujeres de los cuartos contiguos. Al principio, su desfachatez irritó a las enfermeras, pero ahora ofrecían acompañarlo cuando salía al patio a fumar y conversaban visiblemente divertidas por sus audacias. A mí me tuteaba, y pese a mi juventud, yo sentía que desafiaba mi investidura de Jefe de Sector. Más de una vez lo reconvine aguardar silencio o regresar a su cubículo cuando organizaba una de sus célebres tertulias. Pero debo reconocer que, más allá de mi incomodidad, había gestado un cambio de atmósfera entre los enfermos terminales y crónicos. Su ingreso estuvo matizado por sorpresa y la sensación de que enfrentábamos algo enteramente nuevo.

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2014-08-23   |   387 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 66 Núm.2. Marzo-Abril 2014 Pags. 105-106 Rev Invest Clin 2014; 66(2)