Estaremos reunidos nuevamente, empecinados en realizar lo que parece imposible: lograr que los médicos veterinarios dedicados a las pequeñas especies logremos acordar la convivencia productiva que nos permita avanzar hacia un mejor ejercicio de la profesión, con mayor reconocimiento, ya no de la sociedad, sino de nosotros mismos. Tenemos referentes en los diversos ámbitos, como el académico, el gremial y el de la trayectoria profesional que hoy tenemos la fortuna de reconocer; por lo tanto, no podemos esgrimir como disculpa que no tenemos ejemplos. Debemos demostrar grandeza de espíritu, reconociendo los errores del pasado, pero también los aciertos, y a pesar de que el balance fuese negativo, tener la capacidad, como el ave Fénix, de renacer de nuestras propias cenizas.
2014-09-08 | 410 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 24 Núm.4. Julio-Agosto 2014 Pags. 101 Revista AMMVEPE 2014; 24(4)