Fragmento

Esa noche no pensé en caer, no me dio tiempo ni siquiera de pensar y me derrumbé. Era febrero y al otro día comenzaba una nueva historia, nada fácil, que si la hubiera conocido antes hubiese preferido morir en ese instante. No giré mucho, la idea de mi vida comenzaba a parecer triste y sin salida pero tuve la oportunidad de sobrevivir. Después de esa noche mi cuerpo y mi mente no respondieron igual, mi organismo comenzó a distorsionarse, nada le parecía. Comencé a dormir todo el día, no comí en tres semanas y fue entonces cuando empecé a llenarme de sustancias químicas extrañas y de esas llamadas medicinas que tanto llegué a odiar. En la mañana tenían que inyectarme para que pudiera retener los medicamentos. Después me ayudaban a ir al baño, era imposible, mis piernas no me podían sostener. Mi debilidad era enorme y yo, la verdad, no sabía ni quería luchar.

Palabras clave: Lupus eritematoso complicaciones trombóticas.

2003-03-13   |   3,885 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.5. Octubre-Diciembre 1999 Pags. 65-66. Med Univer 1999; 2(5)