Autores: Rosado Montero Manuel de Atocha, Padrón Arredondo Guillermo
Introducción: En 1893 se publicó un caso de úlcera gástrica perforada, realizando gastrorrafia con resultados desfavorables en una paciente de 20 años de edad. El mismo escrito refiere que el primer caso exitoso de reparación de úlcera gástrica perforada fue reportado en 1886 en la misma revista. Caso clínico: Femenino de 48 años con dolor epigástrico tipo urente de un mes de evolución, tratada con antiespasmódicos e inhibidores de bomba de protones, con mejoría relativa intensificándose las últimas 24 hrs, con irradiación bilateral en cinturón y hacia hemitórax izquierdo. A la exploración física presenta facies dolorosa con signos vitales normales excepto taquicardia (108 rpm), abdomen blando con dolor a la palpación media y profunda en todo el abdomen con submatidez subcostal izquierda y datos de irritación peritoneal. Laboratorio: leucocitosis de 12,100/μL, neutrofilia 90%, bandas 5%, glucosa 196 mg/dL, GGT 47 U/L, TP 15.2 seg, amilasa 186 UI/L, calcio sérico 8.4 mg/dL. Los rayos X del abdomen mostraron imagen en vidrio despulido. La tomografía axial computarizada mostró líquido libre y neumoperitoneo. Se interviene encontrando una perforación de 0.6 x 0.4 mm en región prepilórica; se realiza cierre primario en dos planos con parche de Graham. Discusión: En las perforaciones se presentan porcentajes de mortalidad hasta de 30%, sobre todo en pacientes ancianos. Una clasificación elevada según la American Society Anesthesiologists (ASA), presencia de estado de choque, cirugía abierta, y tiempo quirúrgico prolongado, son factores de riesgo elevados para la morbilidad en estos pacientes. En este caso no se presentaron estos factores dada la prontitud del manejo quirúrgico y por ello no hubo morbilidad postoperatoria.
Palabras clave: Úlcera péptica perforación abdomen agudo morbilidad.
2014-11-13 | 2,877 visitas | 1 valoraciones
Vol. 7 Núm.28. Abril-Junio 2014 Pags. 22-25 Rev Sal Quintana Roo 2014; 7(28)