Autores: Juárez García Luz del Carmen, López Rioja Miguel de Jesús, Erdmenger Orellana Julio, Leis Márquez María Teresa, Kably Ambe Alberto
La dilatación sacular o fusiforme del conducto arterioso se conoce como aneurisma. Comúnmente se diagnostica en el segundo trimestre del embarazo, y rara vez en el tercero, durante la exploración cardiaca con ultrasonido estructural. A pesar de que su incidencia puede ser, incluso, de 2.2% su diagnóstico es excepcional porque no es una de las cardiopatías fetales que se busquen rutinariamente. La patogenia es incierta, se cree que es resultado del aumento del volumen circulatorio y, por consiguiente, en la poscarga, acompañado del adelgazamiento de la pared vascular por una inadecuada formación de la íntima. Los aneurismas del conducto arterioso pueden clasificarse según su diámetro como: pequeños (menores de 7 mm) y grandes (mayores de 8 mm). En 70% de los casos los aneurismas pequeños cierran espontáneamente, a diferencia de los grandes, que están expuestos a mayor número de complicaciones, como: ruptura espontánea, tromboembolismo, erosión de la vía aérea, infección y efectos por compresión de estructuras adyacentes. Al no existir el cierre espontáneo y, de acuerdo con los síntomas y posibles complicaciones, deberá considerarse el cierre quirúrgico en la etapa neonatal. Se reporta el caso de una paciente de 35 años en quien durante el control prenatal, en la semana 35, se estableció el diagnóstico de aneurisma del conducto arterioso. En la imagen del ultrasonido se observaron los tres vasos, una dilatación sacular de 7-8 mm y flujo turbulento a la exploración Doppler.
Palabras clave: Aneurisma conducto arterioso embarazo.
2014-12-02 | 595 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 82 Núm.12. Diciembre 2014 Pags. 839-842 Ginecol Obstet Méx 2014; 82(12)