Editorial. La presidencia de la AMIMC,

una gran experiencia 

Autor: Zamudio Lugo Irma

Fragmento

Las enfermedades infecciosas en el siglo XXI, dependiendo de las regiones, siguen siendo: algunas persistentes, otras reemergentes y las menos (afortunadamente) emergentes. Existen ejemplos variados de los cambios en las enfermedades infecciosas: el éxito de la India, declarada como libre de polio en enero del 2014, en contraste con los casos endémicos o brotes en países como Pakistán, Camerún, Nigeria, Somalia y Etiopía, que mantiene el riesgo de diseminación a países con bajas coberturas de vacunación; el éxito de eliminación de sarampión en el continente americano, con la persistencia de brotes de este virus en países europeos además de los africanos, mantienen la importación de casos hacia nuestro continente por el riesgo de introducción de esta enfermedad en países que disminuyan sus coberturas de vacunación y acumulen susceptibles; la reemergencia mundial de tosferina y la disyuntiva de si son condiciones microbiológicas o epidemiológicas diferentes o consecuencias de los propios esquemas con nuevas vacunas; el incremento de dengue en muchas regiones del mundo, con una situación de control compleja. A pesar de los grandes avances en prevención y control de infecciones en México desde hace varias décadas, entre 2013 y 2014 tuvimos el resurgimiento de cólera y una temporada de transmisión alta de dengue así como de influenza con predominio de A(H1N1) pdm09 ya sea con morbilidad elevada e inclusive con impacto en mortalidad como el caso de influenza. En cuanto a las enfermedades emergentes en el mundo, en este mismo periodo, está el gran brote de Ébola iniciado en Guinea con extensión a Sierra Leona, Mali y Gana o la amenaza de extensión a las tierras del Caribe del virus Chikungunya, que utiliza el mismo vector de dengue y que cada día nos toca la puerta a las tierras continentales de América o lo que ha pasado con MERS-CoV, ya con casi dos años de entrar en escena, un enigma de origen y muchas características desconocidas de su dinámica y diseminación pero ya con casos importados en Estados Unidos. Se requiere incrementar el conocimiento sobre la situación de la influenza A(H7N9), qué son los Bocavirus o Hendravirus, cuál es el riesgo de que estas infecciones lleguen a México, cómo poder identificarlas, prevenirlas o tratarlas.

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2015-01-23   |   365 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 34 Núm.2. Abril-Junio 2014 Pags. 50-53 Enf Inf Microbiol 2014; 34(2)