Autor: Lifshitz Guinzberg Alberto
En un ensayo reciente de Greenhalgh, et al., publicado en el British Medical Journal, se plantea que el movimiento de la medicina basada en evidencias (MBE) puede haber entrado en crisis. Esta percepción, compartida por muchos de los críticos que esta pro-puesta tuvo desde su inicio, probablemente está vinculada con una expectativa excesiva que ha dejado a mucha gente claramente insatisfecha. El planteamiento de la MBE pretendía rescatar las bases científicas de la medicina para aplicarlas a las decisiones cotidianas, en oposición a las que se sustentaban en opiniones, experiencias no sistematizadas, intuiciones o lecturas incidentales. Sin embargo, planteaba ya desde el principio serias dificultades metodológicas para adoptarla como herramienta cotidiana. Por ejemplo, los clínicos casi nunca podían posponer las decisiones hasta realizar una búsqueda bibliográfica exhaustiva, un análisis acerca de su validez y confiabilidad, y un juicio sustentado sobre la aplicabilidad de la evidencia al caso en cuestión. Además, la mayoría de los médicos no sólo no tienen tiempo, sino que carecen de la formación suficiente para llevar a cabo el procedimiento, pues tienen que ser expertos en estrategias de búsqueda, análisis metodológico y otros métodos.
2015-01-27 | 481 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 150 Núm.5. Septiembre-Octubre 2014 Pags. 393-394 Gac Méd Méx 2014; 150(5)