Vacunación en el paciente inmunodeprimido

Autor: Otero Mendoza Francisco Javier

Fragmento

En las últimas décadas los avances de la medicina han mejorado la sobrevida de lactantes, niños y adolescentes inmunocomprometidos, lo que ha ocasionado un incremento sin precedentes de la asistencia a niños y adultos con alteraciones congénitas o adquiridas del sistema inmunitario. Las inmunodeficiencias primarias generalmente son hereditarias e incluyen enfermedades en las que hay un déficit total o funcional de alguno de los componentes humorales y/o celulares que son responsables de la respuesta inmunitaria. Las inmunodeficiencias secundarias suelen ser adquiridas y se definen como la pérdida total o funcional de los componentes celulares o humorales de la respuesta inmunitaria, que ocurre debido a enfermedades o a su tratamiento. Ejemplos de éstas son la inmunodeficiencia adquirida por infección por el VIH o las secundarias a agentes inmunosupresores (IS) o radioterapia utilizados en el tratamiento del cáncer, en pacientes trasplantados de células progenitoras hematopoyéticas (TCPH) o con trasplante de órganos sólidos (TOS). Además, cada vez son más frecuentes los casos de niños con inmunosupresión secundaria a enfermedades crónicas o sistémicas que son tratados con medicamentos de alto poder inmunosupresor, como los corticoides sistémicos o los nuevos tratamientos biológicos (p. ej., anti-TNF). El grado de inmunosupresión en general se relaciona con los fármacos utilizados y su dosis, suele ser reversible y el paciente recupera su capacidad inmunitaria cierto tiempo después de suspendida la medicación.

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2015-02-11   |   525 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.106. Octubre-Diciembre 2013 Pags. 356-357 Rev Enfer Infec Pediatr 2013; XXVII(106)