Autores: Gómez Peña Mónica, Espinosa Alejandro, Rodríguez Galicia Bernardo, Valadez Raúl, Ortega Verónica, Viniegra Rodríguez Fernando Melesio, Olmos Jiménez Katiuska
El valle de Teotihuacan, ubicado al noreste de la Ciudad de México, ha sido un espacio ocupado por el hombre desde hace más de 25 siglos. Durante los primeros 700 años de nuestra era fue ocupado por la ciudad de Teotihuacan, urbe cosmopolita en la cual se desarrollaron barrios foráneos, cuyo objetivo era favorecer la interacción entre la ciudad y diversas culturas mesoamericanas. Uno de estos barrios, denominado Tlailotlacan, estaba vinculado con la cultura zapoteca y ha sido objeto de estudio desde hace varias décadas. En recientes excavaciones realizadas en este barrio se descubrieron varios entierros de perros, algunos de condición prehispánica y otros de tiempos modernos. El estudio de ellos permitió definir que los ejemplares antiguos fueron una pareja: el macho, de tipo común de edad madura, y la hembra un adulto joven híbrido de coyote y perro, ambos sacrificadosy colocados a un lado de un patio, junto con una mujer, mientras que los perros contemporáneos fueron dos adultos de más de diez años, uno juvenil y cinco cachorros de pocos días de edad, todos ellos enterrados bajo esquemas ligados a la tradición católica. Las condiciones de salud y de vida permitieron reconocer que los ejemplares prehispánicos vivieron en condiciones óptimas, mientras que los contemporáneos tuvieron una existencia complicada, manifestando diversos padecimientos crónicos y de abuso físico. La comparación de ambos grupos permitió ver las diferencias en sus vidas en función del contexto cultural en el que vivieron y el tipo de valores dominantes.
Palabras clave: Perros modernos perros prehispánicos Teotihuacan Barrio Oaxaqueño.
2015-04-23 | 858 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 26 Núm.1. Enero-Febrero 2015 Pags. 5-21 Revista AMMVEPE 2015; 26(1)