No deja de impresionarme aún el caso de un compañero pediatra jubilado del Hospital Juárez de México, que recientemente falleció por un cáncer de recto. Sus síntomas siempre fueron un poco vagos y poco específicos; su malestar principal eran los cambios en los hábitos de evacuación, se había automedicado con antiparasitarios y medicamentos para colon irritable. El Jefe del Servicio de Gastroenterología le había recomendado que se realizara una colonoscopia; pero el paciente no se la realizó. Cuando finalmente presentó rectorragia y decidió realizarse una exploración proctológica la neoplasia se encontraba en una etapa avanzada. A diferencia de este dramático caso, cada vez con mayor frecuencia acuden a consulta enfermos que saben que tienen el antecedente familiar de cáncer de colon y recto, y que aún asintomáticos, se realizan estudios de escrutinio para la detección temprana de cáncer de colon y recto; entre ellas, la exploración proctológica y la colonoscopia continúan siendo pilares en la detección oportuna de esta enfermedad.
2016-01-22 | 366 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.2. Abril-Junio 2014 Pags. 37 Rev Mex Cirug Apar Diges 2014; 3(2)