La relación de los médicos con la industria farmacéutica es, por decir lo menos, ambivalente. Ambos somos elementos fundamentales del proceso de atención médica, pero también de la educación y la investigación; nos necesitamos mutuamente y conviene que mantengamos una alianza madura, respetuosa y honesta. Por un lado, los médicos necesitamos de la industria farmacéutica para contar con los medicamentos para atender a nuestros pacientes y la industria nos necesita para ponerlos en operación. Pero no es sólo eso: la industria financia la educación médica continua, patrocina investigaciones con fármacos e implementos médicos, informa a los médicos sobre avances terapéuticos, responde a necesidades de médicos y pacientes; utiliza a los médicos para promover sus productos, para convencer a los escépticos o desconfiados, para ubicar sus medicamentos en los esquemas terapéuticos convencionales y para conocer los resultados poscomercialización de sus productos. Hasta ahí, esta relación es, sin duda, positiva para ambos y razonable.
2016-05-11 | 161 visitas | 10 valoraciones
Vol. 151 Núm.3. Mayo-Junio 2015 Pags. 293 Gac Méd Méx 2015; 151(3)