Autores: Melgar Virgilio, Espinosa Etual, Sosa Ernesto, Rangel María José, Cuenca Dalia, Ramírez Claudia, Mercado Atri Moisés
La hiperprolactinemia es uno de los trastornos neuroendocrinológicos más frecuentes y su abordaje debe hacerse de manera ordenada e integral, partiendo de una historia clínica completa. Una vez excluidas las causas fisiológicas, como el embarazo, enfermedades sistémicas (como el hipotiroidismo primario) y el uso de fármacos con acción antidopaminérgica (como la metoclopramida), la causa más común de la hiperprolactinemia es la presencia de un adenoma hipofisario productor de prolactina (PRL) o prolactinoma. Los prolactinomas se clasifican por su tamaño en microprolactinomas (menores de 1 cm) y macroprolactinomas (mayores de 1 cm), los cuales a su vez pueden ser intraselares o invasivos. La consecuencia hormonal de la hiperprolactinemia es el hipogonadismo; en la mujer, esto se manifiesta como amenorrea/oligomenorrea, anovulación y galactorrea, mientras que en el hombre la manifestación consiste en la disminución de la libido y disfunción eréctil. En el caso de los macroprolactinomas, no es infrecuente encontrar síntomas y signos de efecto de masa como cefalea y alteraciones en los campos visuales. Otras causas estructurales de hiperprolactinemia son los adenomas no funcionantes y las enfermedades infiltrativas de la hipófisis, las cuales interrumpen el tono dopaminérgico descendente. El tratamiento primario de los prolactinomas es farmacológico, a base de agonistas dopaminérgicos, como la cabergolina.
Palabras clave: Prolactina hiperprolactinemia prolactinoma agonistas dopaminérgicos ergolinas.
2016-07-20 | 557 visitas | 1 valoraciones
Vol. 54 Núm.1. Enero-Febrero 2016 Pags. 110-121 Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2016; 54(1)