Autores: López Ortiz RM, Ortiz Onofre GC, Hernández Miguel MA
La toxoplasmosis congénita (TC) es una enfermedad poco frecuente. Presentamos el caso de una recién nacida de 20 días; inicia a las 24 horas de vida con distensión abdominal e irritabilidad y fiebre. Es manejada en un hospital de segundo nivel siendo egresada. A los 17 días acude de nuevo a la unidad por persistencia de la fiebre y crisis convulsivas, solicitando el traslado a nuestra unidad. A su ingreso, el ultrasonido transfontanelar reporta encefalomalacia difusa con hidrocefalia severa; la TAC de cráneo, con dilatación del sistema ventricular lateral, múltiples calcificaciones periventriculares, disminución del volumen cerebeloso y aumento de líquido cefalorraquídeo en espacio subaracnoideo. Se agrega cuadro clínico ocular. Con IgG positivo para citomegalovirus (CMV) y Toxoplasma con IgM negativa, se confirma PCR en LCR positivo a Toxoplasmosis, por lo que se indica tratamiento alternativo con clindamicina por no disponer de sulfadiazina. Finalmente, la paciente es egresada el día 20 de junio de 2014, con seguimiento multidisciplinario. Los hallazgos de microftalmía izquierda, cataratas bilaterales, y panuveítis presentes en nuestro paciente integran la triada clásica de SABIN (hidrocefalia severa, coriorretinitis y calcificaciones periventriculares) la cual se reporta en la literatura en solo un 10% de los casos severamente afectados. La literatura recomienda tratamiento a los neonatos con TC confirmada, utilizando como fármacos pirimetamina, sulfadiazina y ácido folínico, los corticoides son indicados si hay coriorretinitis o proteinorraquia; sin embargo, en México no contamos con sulfadiazina utilizando como tratamiento alternativo clindamicina.
Palabras clave: Toxoplasmosis Congénita toxoplasma gondii calcificaciones periventriculares.
2016-08-30 | 533 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.4. Octubre-Diciembre 2015 Pags. 124-129 Avan Cien. Sal Med 2015; 3(4)