Uno de los méritos más grandes que puede lograr una persona es que la institución a la que dedicó su ejercicio profesional sea nombrada en su honor; implica reconocer que se ha desarrollado un trabajo extraordinario y sobre todo que su práctica ha dejado un legado que, sin lugar a dudas, trasciende fronteras. Tal es el caso del Dr. Federico Gómez Santos, médico militar, cuya disciplina le permitió generar valiosas aportaciones al campo de la pediatría y cuya nobleza le generó interés y empatía por la niñez. EL GRAN PEDIÁTRA DE MÉXICO Originario del estado de Coahuila, Federico Gómez Santos nació en 1897.1 Vivió sus años de infancia y juventud en un México revolucionario y su edad adulta en un país de reconstrucción política y social. Su interés por la medicina lo condujo a la Escuela Médico Militar, donde concluyó sus estudios en 1921; gracias a su destacada labor dentro del Ejército Mexicano, recibió el cargo de Director del Hospital Militar de Pachuca, Director de Sanidad Militar y profesor de la escuela que lo formó como médico.
2016-12-14 | 372 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.21. Septiembre-Diciembre 2016 Pags. 339-341 Rednutricion 2016; 7(21)