Autores: Méndez Herrera Carmen, Morales Vásquez Flavia, Morimoto Martínez Sumiko, Morales Miranda Angélica
El carcinoma de ovario es la causa más común de muerte de los canceres ginecológicos en el mundo. Cada año se diagnostican aproximadamente 25,000 nuevos casos. En México representa la 3ª causa de mortalidad de las neoplasias en el sexo femenino superada solo por el cáncer cervico-uterino (2do. lugar) y el cáncer mamario (1er. lugar). Su incidencia ocurre principalmente en mujeres pos-menopáusica entre los 50 y 70 años de edad. Representa un reto para el diagnóstico temprano y oportuno. En 2011 el Instituto de Investigación en Cáncer de Ovario y Tumores Ginecológicos de México dio a conocer que es la única neoplasia ginecológica en que el diagnostico preventivo no ha tenido ningún avance en los últimos años. Existe una gran diversidad histopatológica del cáncer de ovario debido a que esta neoplasia puede originarse a partir de los tres tipos de células que conforman el ovario. A) Células del epitelio superficial (mülleriano), B) Células germinales y C) Células del estroma y de los cordones sexuales. Cada uno de estos tipos de células pluripotenciales da lugar a diferentes tumores. De todas las neoplasias ováricas funcionales 90% son de origen epitelial lo cual plantea un reto clínico para su detección temprana. Diferentes moléculas han estado relacionadas a su etiología y crecimiento tumoral (gonadotropina coriónica (HCG), el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), el factor de crecimiento epidérmico (EGF), y el factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF), así como hormonas esteroideas (andrógenos, E2 y P4), hormonas tiroideas y factores genéticos (mutaciones de los genes BRCA-1, BRCA-2).
Palabras clave: Cáncer de ovario
2017-03-16 | 482 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 30 Núm.2. Julio-Diciembre 2016 Pags. 72-78 Rev. Esc. Med. Dr. J. Sierra 2016; 30(2)