Autores: Montufar Andrade Franco E., Madrid Muñoz Camilo A., Villa Franco Juan P., Díaz Correa Laura M., Vega Miranda Juliana, Vélez Rivera Juan D., Palacio Castaño Viviana M.
Antecedentes: Los accidentes ocupacionales de riesgo biológico tienen como mayor riesgo postexposición la seroconversión para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y virus de la hepatitis C (VHC) y B (VHB). En la literatura latinoamericana aún faltan estudios que aporten información al respecto. Objetivo: Describir las características epidemiológicas de los accidentes ocupacionales de riesgo biológico. Metodología: Estudio descriptivo longitudinal. Resultados: Se describen 231 episodios de riesgo biológico. La mediana de edad fue 30 años. Un 65,8% fueron mujeres. Las principales actividades laborales fueron: auxiliares de enfermería (22,9%), aseo hospitalario (16,5%), estudiantes (14,3%), recolección de basuras (5,2%) y médicos (4,8%). El mecanismo del accidente fue: punción (77%), herida cortante (11,3%) y contacto con mucosas (9,1%). En 24% la fuente fue conocida y de estas fueron positivas para VIH un 62,5%, para VHB un 3,5% y para VHC un 5,3%. Recibieron profilaxis postexposición (PPE) un 75,8% de los 231.Entre los expuestos a fuente VIH positiva, recibieron PPE biconjugada 85,1% y terapia triple14,8% De los que recibieron profilaxis, 40% presentaron reacciones adversas, siendo las gastrointestinales (77,1%) y las neurológicas (45,7%) las más frecuentes. Al ingreso, un 67,1% tenían anticuerpos protectores para VHB. Durante el seguimiento se confirmó una seroconversión postexposición para VIH. Conclusión: El riesgo de adquirir infecciones postexposición ocupacional es una realidad en nuestro medio; se debe hacer énfasis en estrategias de prevención de exposición, introyectar la cultura del reporte y el manejo adecuado de la profilaxis postexposición.
Palabras clave: Profilaxis postexposición riesgos laborales; infecciones por virus de la inmunodeficiencia humana.
2017-03-21 | 168 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.3. Julio-Septiembre 2014 Pags. 79-85 Infectio 2014; 18(3)