Terapia larval en la curación de heridas.

Autor: Patarroyo Manuel A

Fragmento

Desde la antigüedad, poblaciones de diferente procedencia geográfica conocían las propiedades que tenían las lar-vas de algunos dípteros en la desinfección y curación de heridas. Evidencias pictóricas de estas propiedades han sido encontradas en algunas tribus Mayas de América Central y aborígenes australianos, pero el primer reporte escrito fue el publicado por el Barón D. J. Larrey, inspector general del departamento médico del ejército de Napoleón. En el año 1929, William Baer, un cirujano ortopédico adscrito al Hospital Johns Hopkins, reporta que el uso de larvas de la especie Lucilia sericata en niños con osteomielitis confiere ventajas: a. desbridamiento rápido, b. reduce el recuento bacteriano, y c. disminuye el olor y la alcalinización de la superficie de la herida. Este hallazgo pasó casi desapercibido ante el reciente descubrimiento de la penicilina por parte de Alexander Fleming en 1928y la producción masiva de esta. Las estadísticas muestran que alrededor de 15.000 personas reciben tratamiento con terapia larval anualmente solo en Europa. El auge de este tipo de tratamiento ha crecido desde los años 1980 con el incremento de la resistencia a los antibióticos.

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2017-03-23   |   139 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 19 Núm.1. Enero-Marzo 2015 Pags. 1-2 Infectio 2015; 19(1)