No cabe duda que México transita en el cruce de una bifurcación en la senda de salud, misma que ha sido dada a llamarse transición epidemiológica; ya que la preocupación en los aspectos sanitarios transita entre patologías de la pobreza, que aún persisten en nuestro medio y que impactan sobre la morbilidad y la mortalidad de nuestras poblaciones marginadas en las áreas rurales y de los pueblos originarios de nuestro estado, y en los cinturones de miseria que se asientan en torno de las ciudades, antes pequeñas y ahora complejas, en el estado de Chiapas. Mientras por el otro lado se enseñorean del panorama epidemiológico los problemas crónicos y degenerativos que muchas veces abonan el terreno para que las primeras coexistan con éstas en un fenómeno de comorbilidad que ensombrece el panorama de la salud de nuestras congregaciones humanas. Por otro lado la existencia de una frontera porosa y poco cuidada en los aspectos sanitarios permite, a través de una migración descontrolada, el ingreso de patologías nuevas unas y otras reemergentes, que socaban nuestras defensas biológicas ante una población que gracias a los esfuerzos sanitarios, apenas empieza a tomar conciencia de las medidas preventivas que deben surgir de las acciones de la propia sociedad para lograr un impacto benéfico sobre la salud pública. Ante estas consideraciones es conveniente...
2017-07-26 | 207 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.1. Enero-Marzo 2017 Pags. 44-46. Sal Chiap 2017; 5(1)