Fragmento

Han pasado ya casi tres décadas desde el inicio de la era de la cirugía laparoscópica en urología marcada por la primer nefrectomía a través de esta vía.¹ Desde entonces ningún otro abordaje quirúrgico ha ganado tanta versatilidad y eficacia de forma tan rápida y contundente. El empuje inicial que produjo el saber factibles procedimientos urológicos por vía laparoscópica aceleraron el desarrollo de más y mejores instrumentos, la aparición de nuevos dispositivos de disección, hemostasia y sutura ven su epítome en el Robot Da Vinci (Intuitive Surgical) y en la cotidianidad de la cirugía laparoscópica urológica. Mención aparte merece el advenimiento de la visión digital como pilar fundamental del avance de la cirugía laparoscópica. No solo por el hecho de que en comparación con el video análogo es de mejor calidad sino porque permite una mejor y más fácil edición y almacenamiento,² permite ver más cerca, mejor iluminado e incluso en tercera dimensión. Pero ninguna ventaja supera al hecho de que permite ver a todos en el quirófano y fuera de él, permitió que la curva de aprendizaje iniciara para todos en ese momento, independientemente del año de la residencia o experiencia previa. El solo hecho de ver, nos dio acceso a aprender una nueva anatomía quirúrgica en muchos sentidos, nos dio acceso a presenciar desde el inicio, todos los gestos quirúrgicos de quien en ese momento operaba, sin ningún secreto. La cirugía laparoscópica se convirtió en un escenario público que además se graba más veces y lo hace “exportable” fuera del quirófano, hacia el estudio personal, a las aulas, a los congresos, a internet. Fue gracias a esta propiedad de difusión que su aprendizaje se extendió rápidamente en todo el mun do, se comunicaron las primeras series de casos, siguieron los metaanálisis que demostraron las indicaciones para las cuales el abordaje laparoscópico es la vía de elección. En la actualidad el estándar de tratamiento de la mayoría de las patologías quirúrgicas de las glándulas suprarrenales,³ riñones,⁴ tracto urinario⁵ y próstata⁶ son laparoscópicas, si no, robóticas. Hoy en día, la vía de abordaje laparoscópica ya no es un tema de discusión, la discusión se centra en la pregunta de: hasta que complejidad y dimensiones de las patologías es factible la cirugía de accesos mínimos, cualquiera que sea el nombre que le pongamos.

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2017-12-12   |   607 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.3. Septiembre-Diciembre 2017 Pags. 85-86 Bol Coleg Mex Urol 2017; 32(3)