Me permití realizar un análisis del libro Clínica Pediátrica (Cómo explorar al niño) del maestro Andrés Straffon Osorno, donde hace evidente el mensaje para los médicos de nuevas generaciones, sobre todo aquellos que dedicarán su profesión al cuidado de los niños. La clínica manda. El ser buen clínico implica un alto grado de suspicacia, ser un investigador nato de los acontecimientos normales y anormales. La utilización de todos nuestros sentidos y con la ayuda de herramientas básicas como el estetoscopio, estuche de diagnóstico, martillo de reflejos, báscula, cinta métrica, termómetro, diapasón, etc., obtendremos los pivotes de información primarios que mediante la asociación de ellos nos conducirán a una impresión diagnóstica o complejo sindromático, sobre los cuales decidiremos realizar en forma dirigida los estudios de laboratorio y gabinete que nos ayudarán a corroborar el diagnóstico preciso para tomar posteriormente las medidas terapéuticas apropiadas que permitan modificar la historia natural de los padecimientos y restablecer en forma oportuna la salud de los niños.
Palabras clave: Clínica Pediátrica martillo de reflejos.
2002-11-29 | 3,285 visitas | Evalua este artículo 2 valoraciones
Vol. 56 Núm.2. Marzo-Abril 2002 Pags. 97. Rev Sanid Milit Mex 2002; 56(2)