Presentar la semblanza del Dr. Norberto Sotelo es un ejercicio placentero, porque implica describir toda una vida convertida en testimonio de capacidad. Fue un ser humano con ética y moral en mano, que se reflejaron en cada una de sus acciones. Más que relatar la vida productiva de un profesional e investigador como fue el Dr. Sotelo, me referiré al porqué de su incansable trabajo. Toda su productividad científica, en forma holística, denota un largo sendero, casi perfecto, donde se percibe el esfuerzo e inteligencia, un constructo intelectual admirable; cuya senda de conocimiento, no debe analizarse como una obra pictórica o literaria (que lo es en sí), sino como un motivador que trasciende más allá de la simple admiración. Norberto nació en Cumpas, un pueblo situado en el corazón del estado de Sonora. De ahí su temperamento serio, casi adusto, pero con la sencillez y amabilidad que caracteriza al serrano de esa región. Fue el primer hijo de siete hermanos que don Guillermo Sotelo y doña Emma Cruz procrearon; ambos progenitores fueron maestros de primaria, razón suficiente para que el DNA académico de Norberto se hiciera notar constantemente durante toda su vida. Un gen que no se expresó por sí solo, sino hasta que hubo estimulación para su desarrollo, y Norberto lo mostró con inquietud en la infancia y la adolescencia. En las vacaciones de la primaria y secundaria en Cumpas realizaba travesías con resortera en mano alrededor del pueblo, con amigos que iban tras los pájaros o cachoras desprevenidas, y cuando atinaba a una presa, con plumas o no, Norberto les hacía “necropsias campiranas”. Un interés biológico latente del niño y adolescente que desea aprender más de lo que se dice en la escuela o confirmar lo aprendido en ella, era un “conocimiento” obtenido por sí mismo; escena de vida que dejó huella, sin duda alguna. Al cursar la preparatoria en la Universidad de Sonora, en Hermosillo, la figura de su tío, don Federico Sotelo Ortiz, ortopedista de reconocido prestigio de esa época, quien además fue rector de la Universidad de Sonora, le provocó gran impresión La personalidad del médico le impactó, principalmente por el trato que daba a sus pacientes, un distinguido profesional que Norberto tomó como ícono. Tales experiencias lo llevaron a elegir la medicina como profesión. La UNAM fue la escuela de su elección para desarrollar sus talentos médicos. Como provinciano ávido de conocer y aprender, recorrió los libros y los hospitales donde las clases básicas y clínicas germinaban, también los lugares de mayor expectativa turística que la misma ciudad de México y alrededores ofrecían en aquella época. En el Hospital Civil de Guaymas realizó su internado de pregrado y el servicio social lo llevó a cabo en el poblado de Huachinera en el mismo estado de Sonora.
Palabras clave: Semblanza Dr Norberto Sotelo
2020-06-04 | 497 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.2. Octubre 2018 Pags. 105-108 Bol Clin Hosp Infant Edo Son 2018; 35(2)