Resumen

Es bien sabido que la formación médica debido a su naturaleza es desarrollada cara a cara en lugares de entrenamiento tales como espacios clínicos o salas de simulación, lo cual debe ser complementado con textos guías y supervisión de un profesional experimentado (1). No obstante, esto no es estricta y literalmente necesario, existen ramas del área de la salud en las que se incluye la Medicina, donde es posible adquirir conocimientos de calidad mediante la educación virtual, ya que su contenido es en gran medida teórico, y las prácticas pueden llevarse a cabo a través de herramientas pedagógicas con el uso de tecnologías de la información y comunicación.
La educación virtual no es percibida con agrado por gran cantidad de personas, debido a las dudas que genera la calidad de la misma, frente al peso de la práctica presencial regular. Sin embargo, la evidencia es heterogénea y
concluye que, dependiendo de las áreas abordadas, se obtienen diferentes resultados. En ciencias de la salud, específicamente en Medicina, se ha encontrado que aquellos profesionales que utilizan ambientes digitales de
aprendizaje se sienten igualmente satisfechos comparado con el aprendizaje tradicional, e incluso, en algunos grupos la satisfacción, el cambio de conducta y la adquisición de habilidades, son aspectos que están a favor de la
educación virtual (2). Esto, debido a que se reconoce que el aprendizaje tradicional en Medicina presenta dificultades tales como, una escasa disponibilidad de tiempo presencial con tutoría, los altos costos e inaccesibilidad a espacios en muchas ocasiones (3). Contrario a la educación virtual, en donde es más viable organizar el tiempo de acuerdo a las necesidades del sujeto en formación, se puede hacer uso de herramientas didácticas, acceder a clases  pregrabadas, ahorrar gastos en materia de desplazamiento y papeleo, por lo que se convierte en una alternativa asequible y flexible, que facilita el proceso de educación continua y desarrollo profesional (4).

Palabras clave: Reflexión

2020-12-10   |   176 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 9 Núm.1. Enero-Junio 2020 Pags. 67-70 Rev.cienc.biomed. 2020; 9(1)