Autores: Mandujano Sánchez Angélica Irene, Mandujano Valdés Mario Antonio, Sánchez Pérez María del Carmen
Las epidemias de la antigüedad exterminaron a millones de personas. La peste bubónica (la muerte negra) del siglo XIV acabó con la tercera parte de la población europea y asiática. De las estepas asiáticas se propagó a Europa por vía marítima desde el mar Negro. Se atribuyó a causas divinas, a la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter y también a causas humanas, culpando a los judíos de envenenar el agua de los ríos. Las explicaciones tuvieron consecuencias, la religiosa, al no encontrar solución en la iglesia, produjo manifestaciones anticlericales; la astronómica derivó en el desarrollo de cátedras de astrología en las escuelas de medicina, y la humana causó el genocidio de poblaciones judías en toda Europa. Se describió la enfermedad y la gran mortandad que propició, así como los esfuerzos de los médicos por entenderla y resolverla. Desapareció en 1353 pero produjo profundos cambios económicos, en la agricultura, en la ganadería y en el comercio. Mejoró la higiene de las poblaciones y, sobre todo, se ha propuesto que fue un factor decisivo para el colapso del sistema feudal y de la institución católica. En el siglo XIX se descubrió que la bacteria Yersinia pestis habría causado los brotes de peste durante cinco siglos. En la actualidad se ha cuestionado tanto la causalidad como el papel de la peste en el surgimiento del Renacimiento. Se reflexiona sobre las similitudes con las pandemias actuales y la posibilidad de extraer experiencia para sobrellevarlas y sobrevivir.
Palabras clave: astrología epidemias peste bubónica Yersinia pestis.
2021-03-06 | 453 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.1. Enero-Diciembre 2020 Pags. 45-54 Rev Cienc Clín 2020; 21(1-2)