Autores: Castañeda Andrade Israel, Jiménez Uscanga Rubén Darío, González Jiménez Beatriz, Herrera Argüelles Alix Guadalupe, Hernández Rivera Lucero
Introducción: La APLV es una reacción de hipersensibilidad que puede ser mediada por vía humoral dependiente o no de IgE. Las proteínas que se encuentran en la leche de vaca (caseína y seroproteínas) pueden ser ingeridas directamente bebien- do fórmula a base de leche de vaca o pasadas a través de la leche materna. Son el primer antígeno no homólogo que el niño recibe en cantidades importantes y es debido a esto que la APLV suele ser la primera alergia alimentaria que se diagnostica. (1-4) La prevalencia de la APLV es variable en diferentes estudios, se calcula que varía entre 2 y 4% en la población adulta y entre 6 y 8% en niños. Su incidencia se encuentra entre 1 y 12% de la población alérgica a nivel mundial. En México podría variar entre 5 y 7%, y durante el primer año de vida es de aproximadamente 2.5%. (1-5) Los factores de riesgo asociados a APLV pueden ser antecedentes neonatales que alteran la formación de la flora intestinal. Papathoma E. y cols. Identifican que el parto por cesárea predispone al desarrollo de la alergia alimentaria. Presumiblemente debido a la falta de exposición a bacterias vaginales y perianales, que pueden predisponer a la sensibilización alérgica y al desarrollo de enfermedades alérgicas. La presencia de dermatitis atópica y asma producen reacciones frecuentes y severas a leche. Hay una controversia si la historia paterna de la atopia se asocia con una mayor incidencia de APLV en los lactantes.(6) La lactancia exclusiva durante cuatro a seis meses parece ser un factor de protección, no sólo para APLV sino también para otras alergias alimentarias. ,(3,7-10) La APLV mediada por IgE es hipersensibilidad mediada de tipo 1, mientras que la APLV no mediada por IgE se clasifica como hipersensibilidad de tipo 4. En los pacientes con reacciones no mediadas por IgE, se demostró la pre- sencia tanto de linfocitos CD8 como de CD4, así como de eosinófilos en las 3 capas de la mucosa colónica. (3, 11) Los síntomas tempranos de la APLV tienen más proba- bilidades de ser mediados por IgE y los síntomas tardíos no mediados por IgE. Los niños con APLV usualmente desa- rrollan síntomas en al menos dos sitios; gastrointestinales, cutánea o respiratoria. En las reacciones no mediadas por IgE los síntomas no son muy específicos. (5, 9, 10, 12, 13) Para el diagnóstico clínico, los criterios establecidos por Host y Halken son: la dieta de eliminación debe resultar en la resolución de los síntomas, recurrencia de los mismos síntomas con el desafío oral y deben descartarse otras causas de síntomas como intolerancia a la lactosa o infecciones gastrointestinales; y se pueden apoyar con pruebas diag- nósticas intradérmicas de escarificación o puntura y cuantificación de IgE específica, se comprueba con la prueba de provocación oral con leche, la cual es considerada el medio de diagnóstico estándar para la APLV. (2, 3, 5) El manejo de la APLV es la evitación de todos los pro- ductos lácteos incluyendo los de otros mamíferos, debido a la reactividad cruzada. Las dietas eficaces de eliminación aseguran una recuperación nutricional rápida y evitan des- nutrición. Para los lactantes con bajo riesgo de anafilaxia, las fórmulas extensamente hidrolizadas y los lactantes que, si tienen riesgo, basada en aminoácidos. (14-16) En México hay muy pocos registros de alergia alimentaria y, por ello se ha decidido hacer este estudio para observar si la APLV es un predisponente para desarrollar otras enfermedades alérgicas en niños de la zona conurbada de Veracruz o si hay una relación directa con otras comorbilidades.
Material y Métodos: Se realizó un estudio observacional, analítico y prospectivo de corte transversal. Universo de estudio: Pacientes menores de 5 años de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, atendidos en la consulta privada de alergología pediátrica con diagnóstico de APLV, la información se obtuvo de los expedientes clínicos. Variables analizadas: Edad de gestación, tipo de parto, lactancia materna, síntomas de intolerancia gastrointestinal, respiratoria o dermatológica y pruebas de alergia de IgE (Prick test), la información se registró en una hoja de cálculo de Excel 2016 para Windows Análisis estadístico: se realizó estadística descriptiva obteniendo frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas, promedios y desviación estándar para las variables cuantitativas. Empleando el programa IBM SPSS Statistics versión 22.0 Aspectos éticos: La presente publicación cumple con la normatividad vigente en investigación bioética establecidos en la NORMA Oficial Mexicana NOM-012-SSA3-2012 Del expediente clínico. Sección 5.5 y el protocolo fue aprobado por el Comité de Bioética e Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana, Región Vera- cruz-Boca del Rio. Los autores declaran que no fue necesario la obtención de consentimiento informado. Conflicto de intereses: Ninguno de los autores tiene conflicto de intereses. Fuentes de financiamiento: Se realizó con recursos propios de las Instituciones participantes
Resultados: La muestra final quedo integrada por 40 pacientes desde recién nacidos hasta los 4 años de edad, 23 de ellos (57.5%) correspondieron al sexo masculino y 17 (42.5%) al femenino, con una edad media de 19.10±13.071 meses, y una mediana de 15.00. Los 40 pacientes fueron sometidos a pruebas de alergia de IgE (Prick test) la que confirmó el diagnóstico de alergia a la proteína de la leche de vaca. La edad promedio en la que se realizó el diagnóstico positivo fue de 10.43±8.406 meses de edad, con una mediana de 7.50, la cual resultó positiva en 8 (20.00%) de ellos mientras que los 32 restantes (80.00%), no está mediada a IgE. Los antecedentes de atopia familiar se identificó en 31 pacientes (77.5%) de la población. Veintisiete casos (67.5%) fueron productos de término; en 36 (90.00%) la resolución del embarazo fue por vía abdominal y 21 casos (52.5%) recibió lactancia materna por un tiempo menor a los seis meses. (Tabla 1) En orden de frecuencia, los síntomas gastrointestinales predominantes en los pacientes con APLV fueron: dolor abdominal (31.25%), diarrea (31.25%), distensión abdominal (10.41%), sangrado tubo digestivo (6.25%) y vómito (4.16%). En cuanto a los síntomas respiratorios: rinorrea hialina (28.3%), obstrucción nasal (26.4%), tos (15.09%), estornudos (7.54%), prurito nasal (5.6%) y otros (16.9%) en los que predominaron sibilancias. Y los síntomas dermatológicos más frecuentes: Dermatosis no especificada (27.2%), eritema (22.7%), xerosis (18.1%), urticaria (13.6%), prurito (6.8%) y pápulas (4.5%). (Tabla 2). La alergia a la proteína de la leche de vaca se asoció con otras enfermedades alérgicas, 22 casos (55.00%) rinitis alér- gica, 19 (47.5%), dermatitis atópica, 15 (37.5%) por alergia alimentaria y asma 9 (22.5%). (Tabla 3).
Discusión:La edad del diagnóstico de la alergia a la proteína de la leche de vaca en la consulta privada de Veracruz se reportó alrededor del primer año de vida; Chinchilla-Mejía y colabo- radores confirman que la edad de diagnóstico se realiza frecuentemente alrededor de los primeros dos años de vida. (5) En este estudio el 77.5% de los pacientes presentaron atopia familiar en familiares de primer grado por lo que hay una asociación estadísticamente significativa.Otro de los factores de riesgo mencionados es la pre- maturidad, Huerta-Hernández y colaboradores, demuestran que la prevalencia de APLV es de 0.21% en recién nacidos de término y de 0.35% en bebés prematuros; esta diferencia de prevalencia entre recién nacidos de término y prematuros puede ser explicada por una mayor inmadu- rez inmunológica que favorece una mayor sensibilización e inflamación, sin embargo, en el estudio realizado el 67.5% de los pacientes fueron productos de término, lo cual no concuerda con los datos mencionados. (6) Papathoma E. y su grupo, identifican que el parto por cesárea predispone al desarrollo de la alergia alimentaria; al realizar el estudio se identificó que el parto por cesárea efectivamente es un factor de riesgo involucrado en los pacientes con APLV ya que se reportó en el 90% de los casos. (8) La lactancia exclusiva durante cuatro a seis meses parece ser un factor de protección, no sólo para APLV sino también para otras alergias alimentarias, y dicha relación es importante tomarla en cuenta ya que el 52.5% de los pacientes de este estudio recibió lactancia materna exclusiva menor a los seis meses y todos ellos fueron diagnosticados con alergia a la proteína de la leche de vaca. Medina-Hernández y Cols reportan que el 60% de los pacientes alérgicos a la leche experimentan reacción mediada por IgE, lo que contrasta con lo reportado en este estudio ya que solo el 20% de los pacientes se diagnosticaron con una APLV mediada por IgE. (1) Los niños con APLV usualmente desarrollan síntomas en al menos dos sitios; GI, cutánea o respiratoria lo cual concuerda con lo analizado en estudio, ya que la mayoría de los pacientes presentaba síntomas simultáneos. Bishop reporta una asociación de las enfermedades alérgicas con las siguientes frecuencias: asma (47.4%), rinitis alérgica (43%) y dermatitis atópica (21%), comparándolo con nuestro estudio identificamos la rinitis alérgica como la comorbilidad que más se asocia a la alergia por la proteína de la leche de vaca en un 55%, en segundo lugar la dermatitis atópica con 47.5% que contrasta las cifras reportadas por Bishop de manera significativa y en cambio a su estudio en el nuestro la enfermedad alérgica menos asociada es el asma con un 22.5%. (19).
Conclusiones: Podemos concluir que los antecedentes prenatales como la atopia en familiares de primer grado y la resolución del embarazo por cesárea representan un significativo factor de riesgo para el desarrollo de APLV; la mayoría de los pacientes es identificado antes del primer año de vida y en nuestra población está relacionado a un proceso de hipersensibilidad tipo 4, no mediada por IgE. Los síntomas no tienen predominio específico, pueden ser simultáneos, afectado dos sistemas al mismo tiempo. Presentando además comorbilidades como rinitis alérgica en mayor asociación, seguida de dermatitis atópica, alergia alimentaria y asma.
Palabras clave: Alergia a la proteína de la leche de vaca rinitis alérgica atopia inmunoglobulina E
2021-08-21 | 868 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 15 Núm.2. Julio-Diciembre 2020 Pags. 52-56 Rev Invest Cien Sal 2020; 15(2)