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Introducción: El melanoma conjuntival (MC) es una neoplasia maligna infrecuente, con escasos reportes en poblaciones no-caucásicas. En décadas recientes, la incidencia de se ha incrementado significativamente. El MC puede originarse de melanosis primaria adquirida en un 74%, de novo en un 19% y en menores porcentajes de nevos preexistentes en un 7%. Las opciones de tratamiento del MC pueden abarcar: extirpación o biopsias “en mapa” pudiendo asociarse con terapias adyuvantes. Las tasas de recurrencia son altas. En cuanto a las tasas de mortalidad, estas se encuentran entre 12-20% dentro de los primeros 5 años después del diagnóstico, extendiéndose hasta un 30% después de 10 años. En el presente artículo detallamos la presentación y abordaje de un caso clínico de MC. 

Caso clínico: Mujer de 70 años, sin antecedentes patológicos de importancia que acude a valoración oftalmológica por presentar lesión pigmentada en su ojo izquierdo de 6 meses de evo- lución, la cual ha aumentado de tamaño en los dos meses previo, clínicamente asintomática. (Figura 1) La exploración oftalmológica mostró en ojo izquierdo agudeza visual 20/80, con presión intraocular (PIO) de 16 mmHg. Movimientos oculares, reflejos pupilares, anexos oculares sin patología. Se observó lesión pigmentada, color marrón, en conjuntiva bulbar sector nasal y superior, con invasión a cornea de más de 5mm. Aunado a esto, se encontró esclerosis nuclear de cristalino (++), opacidad subcapsular de cristalino (++), así como opacidades corticales en cristalino. Excavación papilar 7/10, retina sin alteración. Se realizó biopsia escisional de lesión, con técnica No Touch, más disección de conjuntiva y capsula de Tenon, se realizó crioterapia en bordes de conjuntiva y se aplicó membrana amniótica deshidratada en área quirúrgica. El informe de estudio histopatológico concluyó como diagnóstico: Melanoma conjuntival. (Figura 2) Posteriormente se realizó ultrasonido modo B, para descartar lesión ocular no visible clínicamente, con resultado favorable. Del mismo modo, se solicitó TC-PET, con reporte de actividad metabólica difusa en ojo izquierdo, probablemente inflamatorio, sin adenomegalias ni depósitos secundarios; así como ultrasonido y resonancia de cuello contrastada, reportando cambios degenerativos mínimos. Consecutivamente, se solicitó tomografía de coherencia óptica de nervios ópticos, siendo el resultado sospechoso de glaucoma. Finalmente, se realizó TC-PET 9 meses des- pués de intervención quirúrgica, sin evidencia de alteración metabólica. Evolución postoperatoria favorable y a 9 meses de la cirugía sin alteraciones ni recidiva tumoral. (Figura 1)

Discusión: Los tumores conjuntivales representan el 2.5% de la afección oftalmológica; de los cuales, el 50% son de estirpe melanocítica; mayormente de carácter benigno, siendo los nevos la lesión más frecuente, seguidos por las melanosis adquiridas primarias conjuntivales. En cuanto a las lesiones malignas, el melanoma conjuntival (MC) representa un 10% de los tumores pigmentados. Aunque el poder de transformación de los nevos en melanoma es menor al 1%, cabe destacar que hasta el 20% de los melanomas de conjuntiva pueden originarse de un nevo previo. Sin embargo, algunos estudios descritos en niños y adolescentes reportan que hasta un 3% de los tumores conjuntivales podrían ser malignos, siendo un 2,2% melanomas (1,2). El MC es una neoplasia maligna poco frecuente, con una incidencia de 0.2 a 0.8 casos por millón de habitantes al año; en nuestro país la incidencia, prevalencia o mortalidad de esta neoplasia es poco conocida; en una revisión de 22 casos realizada en el Instituto Nacional de Cancerología que abarco 20 años encontraron que la edad promedio al diagnóstico fue de 52.3 años; 72.7% con historia previa de melanosis, el tamaño promedio del tumor fue 20.4mm (3-70mm) (3,4). La incidencia de Melanoma (cutáneo y conjuntival) en décadas recientes se ha incrementado, esto pudiera ser debido a mayor exposición a la radiación solar como factor de riesgo, por otro lado el MC puede originarse en una melanosis primaria adquirida hasta en un 74%, de novo en un 19% y en menores porcentajes de nevos preexistentes en un 7% (2). El MC suele presentarse entre los 55-65 años de edad generalmente asintomático a manera de: macula, pápula o tumor pigmentado, que puede variar desde pocos milímetros hasta >10mm, la coloración y morfología es diversa, con movilidad limitada en relación con la esclera; pudiendo mostrar extensión hacia cornea y presencia de varios vasos nutricios. La ubicación más común es en la conjuntiva bulbar cerca del limbo, aunque puede aparecer en cualquier sitio de la conjuntiva (4); la extensión intraocular/orbital es poco frecuente, reportándose en algunas series hasta en el 7% de los casos (2). Los MC se originan en los melanocitos de la capa basal del epitelio de la membrana conjuntival.  Histológicamente, crecen formando nidos o mantos celulares que infiltran el tejido subepitelial conectivo, así como la presencia de pequeños grupos celulares o células aisladas localizados en el epitelio conjuntival. Las células neoplásicas son generalmente grandes, ovoides con citoplasma pálido a eosinófilo el cual puede mostrar pigmento en cantidades variables; los núcleos al igual que otros sitios son heterogéneos, atípicos con cromatina dispersa y grandes nucléolos con coloración basófila a eosinófila pudiéndose observar además pseudoinclusiones. Los principales diagnósticos diferenciales histopatológicos son nevos, carcinoma de células escamosas y neoplasia escamosa intraepitelial conjuntival (4). El tratamiento del MC es diverso y esto depende de la extensión y tamaño del tumor, pudiendo abarcar extirpación de lesiones circunscritas con márgenes de seguridad de 3mm; o biopsias “en mapa” para lesiones difusas. Las terapias adyuvantes pueden ser asociadas, incluyendo crioterapia intra-cirugía, quimioterapia tópica, braquiterapia epiescleral. Las tasas de recurrencia son altas de los MC pudiendo ser entre 25-60% d entro de los primeros 5 años, en estos casos las lesiones pudieran ser menos pigmentadas hasta en comparación con la lesión primaria. El MC puede mostrar metástasis, y estas pueden ser tanto regionales como sistémicas; diseminándose por lo general a los ganglios ipsilaterales (cervicales, preauriculares, submandibulares) y subsecuentemente a otros sitios distantes como cerebro, pulmón e hígado. Las tasas de mortalidad van desde 12-20% en los primeros 5 años hasta un 30% después de 10 años (2, 5). El seguimiento de los MC debe incluir al menos 3 evaluaciones consecutivas anuales con valoración de cabeza y cuello así como en general de cualquier sitio que pudiese presentar metástasis siendo indispensables las evaluaciones a través de estudios de imagen al menos de forma anual (4). Aspectos éticos: La presente publicación cumple con la normatividad vigente en investigación bioética establecidos en la NORMA Oficial Mexicana NOM-012-SSA3-2012 Del expediente clínico. Sección 5.5. Conflicto de interés: Ninguno de los autores declaran no tener conflicto de interés. Financiamiento: El estudio se realizó con recursos propios de la Institución participante.

Palabras clave: Melanoma conjuntival reporte de un caso

2021-08-21   |   1,040 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 15 Núm.2. Julio-Diciembre 2020 Pags. 61-63 Rev Invest Cien Sal 2020; 15(2)