Autores: Grube Pagola Peter, Quintana Castro Rodolfo, Salcedo Barrientos Carolina, Rojas Mercado Rodrigo
Introducción
La tripanosomiasis americana es una infección sistémica causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi.(1) La infección se transmite principalmente por triatóminos de la familia Reduviidae, y entre otros modos de transmisión se encuentran: transfusional, congénito, trasplante de órganos y oral.(2, 3) Cuando el parasito entra al torrente sanguíneo, tiene una predilección por los cardiocitos, invadiendo las células endoteliales, las células de musculo liso vasculares y las áreas intersticiales de la vasculatura y el miocardio. Una vez establecidas ahí provocan lo que se conoce como cardiopatía Chagasica, la cual está asociada a cambios funcionales y estructurales los cuales son irreversibles. (4) Por otra parte, se ha observado que el Trypanosoma cruzi invade también el sistema nervioso central durante su diseminación aguda, y se ha reportado que puede encontrarse en líquido cefalorraquídeo. Todos los casos de meningoencefalitis chagásica se han relacionado con la inmunodeficiencia, su comienzo es agudo y habitualmente tiene un curso fatal. (5) A pesar de la gravedad de la infección aún se conoce poco acerca de la infiltración del parásito y el cruce de la barrera hematoencefálica. Por lo cual es importante contar con modelos murinos que permitan ampliar el estudio de la tripanosomiasis cerebral.
Objetivo
Evaluar la expresión de las interleucinas inflamatorias IL1 , IL6, TNF e IL10 en un modelo murino de tripanosomiasis cerebral.
Material y métodos
La metodología, manejo y sacrificio de animales o se realizó bajo las recomendaciones éticas según lo estipulado en las normas “NOM-033-SAG/ZOO-2014, Métodos para dar muerte a los animales domésticos y silvestres.”, “NOM- 062-ZOO-1999. Se emplearon 2 grupos de 3 ratas Wistar. Tres ejemplares se inocularon con el clon F11F5 de la cepa CL-Brenner vía intraperitoneal con dosis de 10,000 parásitos por cada 100 gramos de peso. Se realizó el monitoreo de parasitemia cada 3 días post infección, hasta que fuera negativa. Simultáneamente los ratones se sangraron cada 10 días conservando muestras de suero para el análisis de ELISA. Se evaluaron durante 12 meses y se sacrificaron tanto las ratas control como las ratas modelo por insensibilización con Tiletilamina-Zolazepam (Zoletil ® Laboratorio Virbac) y eutanasia por dislocación cervical. Se dividió el tejido 4 fragmentos. Uno se conservó y se empleó para histología. Este se sumergió en soluciones de etanol desde 70% hasta etanol al 100%. Después se colocó el tejido en una solución de xilol como sustancia intermedia para la fase de aclaramiento. Se colocó el tejido en un baño de parafina previamente calentada a 58-60°C produciendo bloques solidos de parafina, conteniendo el tejido. Se seccionó con el micrótomo para obtener cortes de 1 a 10 µm. Se tiñó con hematoxilina y eosina. (6, 7) Los otros tres segmentos se mantuvieron en congelación hasta su uso. Uno de ellos fue empleado para extraer DNA mediante el método de “salting out” y su posterior amplificaron mediante PCR con los primers V1/V2 para subunidad ribosomal de Trypanosoma cruzi. Otro fue empleado para extraer RNA mediante el reactivo comercial Trizol (Thermo Fisher) y hacer qPCR en tiempo real de las interleucinas IL1 , IL6, TNF y IL10. Para la positividad en el suero, se utilizó una técnica de ELISA directa donde el antígeno fue un extracto total preparado a partir de epimastigotes de cultivo de una cepa mexicana previamente caracterizada como TcI. Para la cuantificación relativa de las interleucinas, se emplearon placas de 96 pozos activadas con cada uno de los anticuerpos correspondientes. Los resultados se leyeron en un lector para microplacas utilizando un filtro de 450 nm. Cada muestra de suero fue considerada positiva cuando su absorbancia era mayor que el «cut off» de cada referencia. Se realizaron dos repeticiones de cada experimento.
Resultados
En el cerebro de ratas Wistar, de ambos sexos, infectadas con T. cruzi cepa CL-Brenner, se observaron ligeros infiltrado linfocitarios alrededor del epéndimo y cerebelo. La PCR de las muestras de cerebro de ratas Wistar, infectadas con T. cruzi después de 12 meses, demostró que el parásito está presente en el cerebro (Figura 2).
Discusión
Se observó mayor expresión de IL1 e IL10 en el cerebro de las ratas infectadas en relación con las no infectadas. La infiltración y presencia de Trypanosoma cruzi en el cerebro, puede llevarse a cabo en ratas no inmunosuprimidas, por lo que se propone revisar a aquellos pacientes con enfermedad de Chagas y síntomas neurológicos. En este estudio no se observaron nidos de amastigotes, sin embargo, se observó la presencia de ligeros infiltrados linfocitarios y de forma concomitante la presencia del parásito en el cerebro y de anticuerpos en el suero de los animales infectados. Estos resultados concuerdan con los reportado por Lenzi et., al y por Silva et., al en cuyas investigaciones no observaron presencia del parásito en el sistema nervioso central, pero si encontraron ligeros infiltrados inflamatorios principalmente compuesto por linfocitos. (8, 9)
Conclusión
Los resultados sugieren que la ausencia de nidos de amastigotes no está relacionada con la presencia de antígenos de Tripanosoma cruzi. Además, aparentemente el parásito puede vivir libre, probablemente debido a alguna forma biológica intermedia, ya que se demostró la presencia del genoma parasitario en tejido cerebral de las ratas infectadas.
Palabras clave: tripanosomiasis americana cerebro modelo murino interleucinas.
2021-09-25 | 343 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 13 Núm.2. Julio-Diciembre 2018 Pags. 31-34 Rev Invest Cien Sal 2018; 13(2)