Presencia de tres conductos radiculares en un primer premolar superior.

Reporte de un caso 

Autores: Jiménez Guerrero Andrés, Juárez Broon Norberto

Resumen

Varios estudios se han llevado a cabo para conocer la anatomía del sistema de conductos radiculares en los primeros premolares superiores, para ello se han utilizado métodos como el seccionamiento, examen radiográfico, fabricación de réplicas de plástico y la diafanización dental. De acuerdo con estos estudios la incidencia de primeros premolares superiores con tres raíces y tres conductos varía de 0.5 a 6 %, lo cual nos indica que es poco frecuente encontrar esta variante anatómica. Se presenta el caso clínico de un primer premolar superior derecho (órgano dental 14) con tres raíces y tres conductos radiculares en un paciente masculino de 23 años aparentemente en buen estado general de salud, que acude al Servicio de Endodoncia de la Unidad de Especialidades Odontológicas. El motivo de la consulta fue realizar el tratamiento endodóntico en el órgano dental 14 con necrosis de la pulpa. Radiográficamente se observó una imagen del conducto radicular de forma inusual, por lo que se tomaron radiografías con diferentes cambios de angulaciones. Se diagnosticó a través de pruebas de vitalidad necrosis pulpar estableciéndose para ello el tratamiento de necropulpectomía I, según la clasificación de Leonardo, en 1993, se realizó la instrumentación de los conductos con la técnica crown-down y en el tercio apical instrumentos manuales; limas Flexo file Maillefer®; durante todo el procedimiento de instrumentación se irrigó profusamente con hipoclorito de sodio al 1%. Se colocó una medicación intraconducto de hidróxido de calcio con Furacín® (nitrofurazona a 2%) y se colocó restauración temporal con Cavit. En una segunda cita se obturó con gutapercha tipo ß Hygenic® utilizando la técnica de termocompactación (Mc Spaden).

Palabras clave: Primer premolar superior tres conductos radiculares Mc Spaden.

2003-03-28   |   10,701 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 4 Núm.3. Julio-Septiembre 2002 Pags. 97-100. Med Oral 2002; 4(3)