Desde finales de diciembre con el comienzo de la pandemia en la pequena municipalidad de Wahn en la China hasta hoy cuando mas de 170 países se han visto afectados es poco lo que se ha considerado la salud mental de los mas de siete mil millones de habitantes. La prioridad se ha centrado en el contexto de tratar de evitar la muerte de las personas infectadas a través de unidades de cuidados intensivos y a gran actividad científica para la búsqueda de algún tratamiento efectivo o el descubrimiento de la vacuna.
La cuarentena es hasta ahora el modelo epidemiológico que lentifica la velocidad de contagio, tratándose de un virus altamente contagioso y con gran letalidad, que permite preparar servicios de salud de alta complejidad y lleva a que con estrategias de cierres parciales y/o totales siguientes se vaya alcanzando un buen porcentaje poblacional de inmunidad; en este sentido estamos hablando de una situación que llevara bastantes meses lograrlo. Pero la cuarentena y la incertidumbre a la que estamos avocados genera importantes alteraciones en la salud mental. Si agregamos que la adquisición de nuevas formas de vivir y comportarnos esta francamente relacionado con el contagio es desde los procesos mentales que debemos impactar.
2022-08-10 | 111 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.3. Julio-Septiembre 2020 Pags. 135 Rev Col Psiqui 2020; 49(3)