Autores: Espinosa R, Espinosa Rafael, Valencia R
La boca es, en muchos sentidos, “la puerta de entrada” de las enfermedades al resto del cuerpo. Sin embargo, esta conexión a menudo se pasa por alto. Desde hace más de 50 años, se ha encontrado que la diseminación hematógena de bacterias de la cavidad oral son un factor decisivo en la patogénesis. Esta representa del 10% al 15% de los episodios de endocarditis infecciosa, lo que sugiere que ciertos procedimientos dentales pueden representar un factor de riesgo significativo. La biopelícula o placa dentobacteriana de una región es compleja y dominada por gram-positivos, bacterias de forma bacilar (principalmente actinomices) y estreptococos, donde el más abundante y comun es el estreptococo sanguinis. Los pacientes con mayor riesgo de presentar estas complicaciones son quienes padecen enfermedades cardiovasculares, como en las anomalías congénitas del corazón en especial las cianóticas, las enfermedades de las válvulas como los prolapsos, las valvulopatías de origen reumático, la válvula aórtica bivalva y las enfermedades degenerativas de las válvulas. Otras, son las anomalías estructurales del corazón, como la hipertrófia septal asimétrica subaórtica. En los pacientes que presentan estas patologías, antes de los procedimientos dentales que causen sangrado, será necesario indicar “profilaxis antibiótica previa” a los tratamientos odontológicos. El estudio profundo del paciente en la consulta odontológica es fundamental considerar a las enfermedades cardiovasculares, y una premedicación adecuada para prevenir complicaciones graves.
Palabras clave: Biopelícula enfermedades cardíacas bacteriemia y endocarditis.
2022-11-17 | 109 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.1. Enero-Abril 2022 Pags. 9-14 RODYB 2022; 11(1)