Autor: Tamayo Pérez Genaro
La Medicina Basada en la Evidencia (MBE) inició con aportaciones importantes y con altas expectativas; sin embargo, al paso del tiempo se perdió empuje, al convertir esta forma de pensar, su método y herramientas en algo ajeno, lejano, y en ese sentido diferente de lo que se hace en la consulta médica cotidiana.
Es esperable que el clínico practicante con lo ajustado de su horario, una agenda saturada y poco tiempo libre, no vea aliciente en el uso de la MBE o desconozca como aplicarla en su medio, o qué herramientas necesita para usarla.
Aunado a lo escaso de los alicientes, se tiene acceso a una abrumadora cantidad de información que puede ser no aplicable, contradictoria o no concluyente o que, al leer el título, resumen o conclusiones, se asuma erudición sobre el tema y armado con esta escasa o sesgada información, tener la falsa seguridad de su utilidad y sapiencia. Pero ¿cómo extraer la información de fuentes confiables y con qué criterios establecer y demostrar la trascendencia para su actividad profesional?
2023-03-31 | 402 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 12 Núm.1. Enero-Abril 2023 Pags. 35-36 Rev Mex Cirug Apar Diges 2023; 12(1)