Autor: Arenas Ceballos Antonio
La medicina siempre ha significado servicio a los demás y la persona encargada de prestar este servicio era requerida por unas cualidades propias: pronta disposición para ayudar, conocimiento acerca de la naturaleza de la enfermedad y destreza para la curación. Los médicos han sido siempre necesarios desde los tiempos primitivos, incluso en las etapas en las que no existían recursos terapéuticos de probada eficacia. La experiencia en los fenómenos relacionados con la salud y la enfermedad, obtenida por los médicos en el trato directo con los enfermos, ha ido conformando un cuerpo de conocimientos sobre el que se ha sustentado la práctica médica universal. La experiencia, acumulada y transmitida, ha constituido la mayor evidencia sobre la que se han basado las actuaciones médicas.
Como resultado de la necesidad de estudiar el cuerpo humano profundamente y de la imposibilidad de satisfacer dicha necesidad dentro del marco del contenido de una sola especialidad, la medicina se desmembró en una serie de ramas con objetos de estudio bien delimitados. La biomedicina, por su parte, constituye aquel conjunto de disciplinas científicas, técnicas, humanísticas, biológicas y clínicas propiamente dichas, cuyos resultados son vitales para el perfeccionamiento de la salud. Surge de la creciente interdependencia que presentan los resultados de esas disciplinas con los propósitos de la medicina. En la actualidad, el cúmulo de conocimientos existentes en cualquier rama de la ciencia aumenta con mucha más rapidez que la posibilidad de cada científico para asimilarlos. Por esa razón, éstos están obligados a concentrar sus esfuerzos en el estudio de secciones cada vez más específicas en cualquier ciencia, lo que inevitablemente provoca la aparición de nuevas disciplinas científicas. Esto ayuda a la humanidad a penetrar cada vez más profundamente en los secretos del universo y del hombre y en ello reside su aspecto indiscutiblemente positivo.
2023-07-13 | 65 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 28 Núm.2. Mayo-Agosto 2022 Pags. 55 Salud Tab 2022; 28(2)