Autor: Ormeño-Julca Alexis José
La atención integral en Pediatría incluye entre otras actividades, estrategias de prevención de las diferentes enfermedades trasmisibles. Entre ellas, el Sarampión constituye una patología que puede plantear retos y también satisfacciones, ya que si se tiene en cuenta que el reservorio es exclusivamente humano y que se dispone de una vacuna preventiva de elevada eficacia, la erradicación puede ser completa si se interrumpe definitivamente su trasmisión1. Alcanzar esta condición no es fácil, ya que se requiere la implementación de programas masivos de vacunación y de vigilancia epidemiológica con un elevado costo económico. Asimismo es conocido que mientras no se complete la erradicación total, los logros de eliminación alcanzados son potencialmente reversibles, situación que se está observando actualmente en nuestro país2.El Sarampión es una enfermedad altamente contagiosa3, provocada por un virus de la familia Paramyxoviridae que se trasmite por aerosoles cuya puerta de entrada puede ser el aparato respiratorio o por contacto directo con secreciones respiratorias originando una enfermedad sistémica4. Luego de un periodo de incubación promedio de 10 días se inicia el cuadro clínico caracterizado por fiebre elevada, coriza y/o tos, conjuntivitis y las lesiones de Koplic (en la cara interna de las mejillas, consideradas patognomónicas). Estos síntomas se intensifican hasta el día 14 post contacto en que aparece el exantema de tipo morbiliforme generalizado5. El periodo de contagiosidad abarca desde cuatro días antes hasta cuatro después de la aparición del exantema, periodo que coincide con la presencia de síntomas respiratorios, aumentando la posibilidad de diseminar el virus, presente en alta concentración en fluidos respiratorios y en sangre.
Palabras clave: EL SARAMPIÓN
2023-12-15 | 80 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.3. Julio-Septiembre 2018 Pags. 68- REM HRL 2018; 4(3)