Autores: Ortega Avilés Tonatiuh, Araiza Ortiz Marcela
El impacto emocional y financiero que implica el tratamiento de emergencia constante en los pacientes con convulsiones generalizadas en estatus epiléptico, representan algunos de los factores limitantes más importantes en la práctica clínica cotidiana. Por lo que el potencial de fatalidad en estos animales es muy alto. En un estudio realizado por Raw y Gaskell en 1985, se encontró que 37 de 78 perros murieron en un periodo entre los 0.5 y 8 años después de que fueron referidos. Treinta y uno de estas muertes se relacionaban con la epilepsia (17 con estatus epilépticos). De los 41 sobrevivientes, 37 continuaban presentando convulsiones (la frecuencia se redujo en 26, se incrementó en cinco, permaneció sin cambios en seis) y cesaron en cuatro perros. Como podemos apreciar, la necesidad de implementar una terapia de emergencia en casa para los animales refractarios al tratamiento clínico convencional es inaplazable. Desde el punto de vista clínico, el estatus epiléptico se define como una actividad convulsiva que se prolonga por 30 minutos o más, o bien, como convulsiones múltiples que se presentan a intervalos muy breves sin recuperar la conciencia entre ellos. Se dice que un paciente es «refractario» a la terapia anticonvulsiva cuando ésta falla en su intento por controlar de manera óptima los eventos convulsivos. El uso inapropiado de las drogas es el factor que más influye negativamente en el resultado de un tratamiento. Cuando se presenta una emergencia, la terapia inicial debe instituirse cuanto antes, con el fin de detener la convulsión y evitar las consecuencias sistémicas. El diazepam es considerado como la primera droga de elección en el manejo de la actividad convulsiva prolongada (incluido el estatus epiléptico y las convulsiones en racimo) pues reúne los requisitos necesarios en estos casos. La ruta de administración de elección en la clínica es I.V.; sin embargo, en otro ámbito (la casa) la vía rectal ofrece una mayor rapidez de absorción (máximo 10 minutos) en comparación con las 2 vías I.M. y P.O. La técnica de DZR puede ser usada cuando el paciente ha sido diagnosticado con epilepsia idiopática, estar en el curso del tratamiento con múltiples drogas antiepilépticas; que las drogas anteriores no excedan el rango en suero de 20-40 microgramos/mililitro para el fenobarbital y de 100 a 200 mg/dL para el bromuro. Se debe instruir a los propietarios sobre la administración del DZR con una cánula plástica (producto comercial) de 1 pulgada, insertada en una jeringa de plástico a 2 cm aproximadamente en el interior del recto cuando se presenta el inicio de una convulsión generalizada.
Palabras clave: Epilepsia idiopática refractaria perro diazepam.
2003-03-31 | 7,333 visitas | 3 valoraciones
Vol. 8 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1997 Pags. 241-243 Revista AMMVEPE 1997; 8(6)