Autor: Valadez Azúa Raúl
La presencia del perro como elemento calendárico es parte de un ámbito en el que el valor simbólico supera a sus características biológicas. Siendo uno de los 20 símbolos relacionados con los códices mesoamericanos y con el Tonalamatl, el calendario ritual de 260 días, se consideró relevante entender el papel de su presencia y el impacto que podía tener al momento en que aparecía durante la lectura de estos materiales. Acorde con datos ligados directamente con el Tonalamatl, así como con la información proveniente del libro cuarto de Historia General de las Cosas de la Nueva España, de Fray Bernardino de Sahagún, pudo visualizarse como un símbolo ligado a buenos y malos presagios, en función de elementos asociados, por ejemplo si quedaba dentro de periodos de buena fortuna para los nacidos en ese momento se sugería que de adultos fueran criadores de perros y si aparecía ligado a deidades como Mictlantecuhtli, señor del inframundo, entonces pasaba a ser mal signo. La imagen final sugiere que su papel, como símbolo calendárico sería equivalente al que poseía en la vida real, siempre dependiente de los intereses y necesidades humanas.
Palabras clave: Perros itzcuintli códices Mesoamérica.
2024-08-01 | 72 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.2. Mayo-Agosto 2024 Pags. 66-72 Revista AMMVEPE 2024; 35(2)