La depresión materna como factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales en sus hijos.

Maternal Depression as a Risk Factor for the Development of Mental Disorders in their Children 

Autores: et al , Hurtado Capetillo José Manuel, Orozco Rodríguez Edgar, Méndez Aranda Jesús Alberto, Comas Hernández Alexandro, Cen Pacheco Francisco, Salazar Calderón Maria Elisa, Hernández Pacheco Joel

Completo

Introducción

En México, las personas con depresión pierden en proporción más días de trabajo que aquellos que padecen diabetes, trastornos respiratorios, problemas cardiacos o artríticos, esta patología interfiere con la vida familiar, social, laboral y en pareja por un mínimo de dos semanas, o periodos más largos, y se manifiesta con tristeza, ira, frustración, desinterés por sus actividades favoritas, dolores de cabeza, problemas digestivos, aumento o pérdida de apetito, cansancio y alteraciones en el sueño (1). La depresión es una alteración en la función cerebral, se manifiesta a cualquier edad y en cada grupo de la población se presenta de diferentes maneras, sin embargo, es más común en las mujeres (2,3). Diversos estudios han demostrado que el origen de la depresión es multifactorial, entre los principales factores que influyen en su desarrollo se encuentran; factores genéticos, psicológicos y sociales principalmente, existe evidencia de que en cuanto al origen genético se ha permitido establecer que los sujetos que tienen antecedentes de familiares con depresión, son más propensos a presentarla cuando se comparan con la población que no ha presentado antecedentes en su familia. (4). Varios estudios han de mostrado que la salud mental de los padres es fundamental para la buena crianza de los hijos ya que el entorno en el que se desarrollaran los hijos es una pieza clave para el desarrollo social y emocional de sus hijos (5-7), por otro lado, estudios indican que cuando uno de los padres sufre de algún trastorno mental como la depresión, trastornos bipolares, ansiedad, esquizofrenia entre otros, estos puede llegar a afectar al núcleo familiar así como el ambiente emocional en el que se desarrollara su hijo ya que esta condición no solo afecta a quien la padece sino también a su pareja e hijos (5,6). En la sociedad actual la mujer juega diferentes roles tanto en lo laboral, como en lo familiar, en nuestro país, si bien la brecha de la responsabilidad de la crianza de los hijos se ha ido reduciendo, la mujer sigue siendo la principal encargada de la crianza de los hijos, la exigencia del papel que juega hoy en día la mujer en el ámbito laboral y el familiar muchas veces no empatan con la perspectiva de ser madre encargada de la crianza de sus hijos, esto conlleva a facilitar una carga emocional mayor en la mujer (7-10), inclusive la depresión que puede presentarse posparto es bastante común (11). son múltiples los factores que influyen para que la mujer sea más propensa que el hombre a desarrollar un cuadro de depresión (9,10, 12).

La depresión puede presentarse en diferentes episodios donde puede clasificarse de acuerdo a estos síntomas característicos y los síntomas comunes son:

  • Primer episodio: Cambios de humor, quejas inespecíficas, síntomas somáticos, fatiga, insomnio, bajo rendimiento laboral, indecisión, Baja concentración, irritabilidad, ansiedad generalizado.
  • Episodios subsecuentes: Tristeza, ansiedad, irritabilidad, hostilidad, pasividad, inhibición, síntomas cognitivos, delirios y alucinaciones.

De manera alarmante es común que las personas con depresión pueden llegar a una idea suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse (13). El tratamiento para la depresión incluye fármacos antidepresivos que se clasifican según su mecanismo global de acción en la transmisión aminérgica encefálica, siendo una clasificación más práctica que estrictamente farmacodinámica. Todos ellos mejoran la biodisponibilidad de uno o más neurotransmisores (NT) por uno o varios mecanismos: bloqueando receptores presinápticos o autorreceptores, estimulando receptores postsinápticos, bloqueando su recaptación desde la hendidura sináptica o bien inhibiendo las enzimas que los inactivan. El resultado final es aumentar la cantidad de NT en la sinapsis, mejorando la neurotransmisión aminérgica.

Los principales antidepresivos farmacológicos son Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, Inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina, Antidepresivos tricíclicos, Inhibidores de la monoamininooxidasa, Inhibidores reversibles de la monoaminooxidasa tipo A, Inhibidores selectivos de la receptación de noradrenalina (14). Lamentablemente el uso continuo de antidepresivos se ha vuelto cada vez más frecuente inclusive existe evidencia de que el uso continuo de los antidepresivos puede llegar a generar una dependencia o abuso o, siendo aquellos con propiedades estimulantes o sedativas los que presentan mayor riesgo como por ejemplo la Fluoxetina, Amitriptilina, Dotiepina, Venlafaxina, Tianeptina y Amineptina, principalmente además se ha documentado cambios en los estados de ánimo y conducta de quien abusa de ellos (15). Por otro lado, en la actualidad la crianza de los hijos es una responsabilidad que debe ser compartida por ambos padres ya que cada uno juega un papel fundamental en ella (8,15). Y si bien la brecha de responsabilidad en la crianza de los hijos se ha ido reduciendo, en nuestro país en nuestro país la principal responsable de este rol sigue siendo la mujer (7). Como anteriormente mencionamos el que un padre tenga un trastorno mental es suficiente para que se incremente el riesgo de desarrollo de un trastorno mental en sus hijos (16,17) . por otro lado se ha demostrado que en los últimos 50 años la depresión infantil ha ido en aumento (18). tomando en consideración el rol relevante que tiene la madre en la crianza infantil en nuestro país, esta revisión tiene como objetivo abordar el tema de la depresión maternal como factor de riesgo en el desarrollo de trastornos mentales en sus hijos y la importancia que debe tener la atención de este trastorno en los sistemas de salud pública como medida preventiva para disminuir el desarrollo de trastornos mentales en infantes o adolescentes en nuestro país.

Un total de 16 investigaciones fueron consideradas para esta revisión, en estos estudios se incluyeron madres diagnosticadas con algún tipo de depresión que tuvieran a cargo la crianza de sus hijos y estos hayan desarrollado algún tipo de trastorno mental o desorden de conducta. La evidencia indica que el que un niño crezca en un ambiente o contexto en el que uno de los padres presente depresión, implica un proceso de adaptación que perturba su estado emocional el cual está íntimamente relacionado con un futuro cuadro de depresión clínica en el infante (5,6,16,19. Múltiples estudios han demostrado que la propensión a desarrollar a psicopatología durante la infancia o adolescencia es mayor en hijos que son criados por madres con este trastorno, además de que los infantes presentan mayores problemas de adaptación desde la infancia hasta la edad preescolar e inclusive son más propensos a tener problemas cognitivos y desarrollo de lenguaje (20,21). También se ha demostrado que niños que sufren de negligencia infantil está asociado a madres con antecedentes de negligencia infantil en su infancia y DM (22). Las investigaciones demuestran que la DM no solo impacta emocionalmente de manera negativa a la madre sino también a sus hijos ya que estos desarrollan alteraciones cognitivas, conductuales afectivas y vinculares en algún momento de su infancia (23-25). Existe evidencia de que los hijos de madres que sufren de depresión tenían mayor probabilidad de tener pensamientos o comportamientos suicidas comparado con los hijos de madres sanas, así mismo se ha documentado ,que hijos de madres con depresión también desarrollan esta condición ya que el trastorno mental de la madre es una condicionante para el desarrollo de este trastorno en niños y adolescentes (27), no solo eso, sino que también se ha demostrado que las madres con depresión tienen una percepción de vulnerabilidad diferente ante las enfermedades en sus hijos lo que lleva al abuso de los servicios pediátricos del sistema de salud (28). El desarrollo de internalización, externalización y psicopatología general, así como alteraciones en comportamientos negativos y de afecto emocionales en los hijos está directamente relacionado con la crianza de madres que su fren de depresión (24,25,27).

Discusión y conclusión

Como podemos observar, si bien los estudios indican que la depresión puede ser multifactorial y tanto hombres como mujeres pueden padecerla, la evidencia indica que las mujeres son más propensas a desarrollar este trastorno ya sea por cuestiones sociales, emocionales etc. Por otro lado, múltiples estudios recalcan la importancia de crecer en un ambiente familiar sano durante la infancia, inclusive, esto hoy en día es un derecho humano fundamental a tal grado que está contemplado en la ley general de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en México el cual indica que, los niños tienen derecho a crecer en un ambiente social y emocionalmente sano para su desarrollo (29). La importancia del tema de la depresión maternal cobra más relevancia debido a que esta condición no solo afecta a quien la padece, sino que impacta de manera negativa al núcleo familiar incluyendo a la pareja y a sus hijos, esto debido entre otras cosas, a que se ha vinculado a la depresión con la dificultad de la capacidad de generar cogniciones afectivas de sí misma y hacia quien la rodea. En estudios llevados a cabo en donde el entorno familiar estaba compuesto por padre o madre con algún tipo de depresión, el factor de riesgo para desarrollar un trastorno mental en sus hijos se incrementaba durante la infancia o adolescencia. Como hemos observado en esta revisión, múltiples investigaciones han demostrado que el estado emocional de la madre es un pilar fundamental para el desarrollo cognitivo, social y emocional de sus hijos. La evidencia indica que, niños que fueron criados por madres con depresión llegaron a desarrollar cuadros de ansiedad, depresión, problemas de adaptación conductual, problemas de lenguaje, problemas afectivo conductuales, alteraciones cognitivas, internalización o externalización de conductas agresivas o inclusive ideas suicidas en algún momento de la infancia o adolescencia, trastornos no detecta dos en hijos que fueron criados por madres sanas. El análisis final de estos estudios considera la DM como un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales en la infancia o adolescencia de sus hijos. Finalmente, si bien el origen de la depresión maternal es multifactorial, el disminuir las causantes que la detonan juega un papel fundamental en el desarrollo del menor. Como hemos mencionado previamente en nuestro país, la crianza de los hijos recae principalmente en la mujer y ante la DM el involucramiento de su pareja en tareas del hogar incluyendo la crianza de los hijos es un factor esencial para disminuir el desarrollo de este trastorno en la pareja (30). Por todo lo mencionado anteriormente, el diagnóstico, atención y prevención de la depresión maternal debe ser debe ser considerada como una prioridad mayor en el sector de salud en nuestro país, ya que además del daño emocional y dificultades que esta condición implica para la mujer, también tiene un gran impacto en la salud mental de los menores a su cargo.

Conflicto de intereses

Los autores manifiestan que no tienen conflicto de intereses en la publicación del presente trabajo.

Financiación

El artículo se realizó con recursos de las instituciones participantes, no se recibió financiamiento externo.

 

Palabras clave: Depresión materna trastornos mentales descendencia.

2024-08-13   |   0 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 19 Núm.1. Enero-Junio 2024 Pags. 24-28 Rev Invest Cien Sal 2024; 19(1)