Autores: Sandoval Maza Miguel, González Barajas Alicia
El ser humano desde una posición estructuralista en el psicoanálisis, se encuentra inmerso en tres dimensiones o registros indivisibles, a saber: la dimensión Real (R), la dimensión Imaginaria (I) y la dimensión Simbólica (S). La primera (R) es aquella que es sin sentido, es biológica, es orgánica en su pureza absoluta, la segunda (I) se caracteriza por el predominio de la relación con la imagen del semejante, en el sentido de que el yo del pequeño ser humano, debido a su prematuridad biológica se constituye a partir de la imagen de su semejante o yo especular, y la tercera (S) designa el orden del lenguaje, las leyes y reglas entre los semejantes en ese sentido es cultural. Un paciente con síndrome Klinefelter como es el caso en estudio posibilita interrelacionar los tres registros antes mencionados y comprender el interjuego que se suscita en cada uno de ellos. En un Hospital de tercer nivel es factible hacer un abordaje interdisciplinario, de ahí los buenos resultados obtenidos con el paciente a comienzos de la edad adulta. Por otro lado pienso que una terapia centrada en el «ser» y no tanto en la «conducta» da mejores resultados ya que si bien es más prolongada, también el grado de incidencia es mayor y por ende de más largo alcance.
Palabras clave: Klinefelter.
2003-04-02 | 2,874 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 66 Núm.4. Octubre-Diciembre 1999 Pags. 119-124. Rev Hosp Jua Mex 1999; 66(4)