Autores: Domínguez Meléndez Vanihamín, Méndez Aranda Jesús Alberto, Ugalde Barrales Laura Ludivina, Rosas García Fátima, Jiménez Buendía Leslie Melissa
Introducción
El síndrome de burnout o también conocido como síndrome de agotamiento por estrés fue descrito por primera vez en el año de 1974 por Freudenberg Herbert como una alteración psicológica que pone en riesgo el entorno laboral. Hoy en día la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11) reconoce este síndrome como una enfermedad (1). De acuerdo con diversos estudios, se observa que el 45% de los estudiantes de medicina padecen de Burnout y prevalece en aproximadamente 10% al 35% en los médicos internos de pregrado (MIP´s) (3). Los MIP´s durante toda su estadía en las diferentes áreas por las cuales deben pasar se encuentran en constan te estrés, debido a las largas jornadas laborales, insuficiencia de descanso y alimentación, entre otros elementos que provocan errores en su labor e impactan terriblemente en su salud mental (3). Durante el internado el MIP puede llegar a sufrir casos de abuso laboral y violencia psicológica como la humilla ción, la violencia verbal, discriminación racial o de género, así como, obligar a realizar funciones que no están contempladas en su programa operativo, entre otros (4). El Maslash Burnout inventory (MBI) el cual es un ins trumento que mide tres principales factores; agotamiento emocional, despersonalización y realización personal y está compuesto por 22 items los cuales dan sumados nos pueden hacer un diagnóstico si se sufre de este síndrome o no, este tiene diversas variaciones dependiendo el ámbito laboral, por lo que el MBI-Student Survey evalúa el burnout en estudiantes; el MBI-Educators Survey evalúa a profesores o catedráticos; el MBI-Medical Personnel para profesionales de la salud; y el MBI-General Survey para cualquier profesional (5).
Síndrome de burnout y médicos internos de pregrado Este síndrome se caracteriza por sentimientos de agotamiento o ausencia de energía, un gran nivel de distanciamiento mental del trabajo o sentimientos negativos sobre el mismo; y deficiente eficacia profesional (6). En la actualidad la evidencia sugiere que las personas que padecen del síndrome de burnout así mismo muestran también criterios diagnósticos de depresión y/o algún tipo de trastorno de ansiedad. Sin embargo, algunos autores sostienen que no existe ninguna asociación entre estos padecimientos (7). Físicamente, la persona afectada es más propensa a padecer de dolor musculoesquelético, problemas gastrointestinales y cardiovasculares, cefalea, mayor riesgo de padecer infecciones, y fatiga crónica. (8). En cualquier servicio hospitalario que tenga MIPS, es tos se enfrentan a un horario laboral excesivo, la carga de responsabilidad sobre la salud de los pacientes, maltratos por parte de los rangos jerárquicos más altos, una beca insuficiente, el abandono de la familia, amigos, y en algunos casos, de su lugar de origen, todos estos factores influyen en el posible desarrollo del síndrome de burnout (9). Todos estos factores son cruciales para el desempeño de las funciones de los MIPS, los cuales influyen en el bueno o mal desempeño de sus labores en el hospital, lo que a final de cuentas conlleva a riesgos laborales y a su vez, perjudica a los pacientes (9,10). Se ha propuesto que para prevenir el burnout en médicos internos de pregrado sea necesario que los responsables jerárquicos de servicio promuevan la disminución de la carga laboral, el trabajo en equipo, el apoyo por parte de los compañeros de trabajo y los hábitos de vida saludables permitiéndoles, incluyendo una alimentación saludable, así como un descanso mínimo y retirarse en el horario establecido (11). Sin embargo, por las propias características y necesidades del hospital esto no suele cumplirse lo que propicia el desarrollo del propio síndrome. Se estima que alrededor del 15% al 20% de la salud men tal de los médicos se ve perjudicada alguna vez en su vida laboral. En cuanto a estudiantes de medicina, el 63.4% son propensos a desarrollar burnout. Las cifras revelan que la de presión e ideas suicidas en los estudiantes de medicina se pre sentan en un 27.2% y 11.1% respectivamente (12). Además, se reportó una prevalencia del síndrome mayor al 50% específicamente en médicos residentes y médicos internos (13). Como consecuencia del abuso hacia los médicos internos, se ha observado que para poder rendir físicamente durante su internado estos comienzan a sufrir de estrés, sintomatología depresiva y baja autoestima, por mencionar algunas; todo lo antes mencionando, los inclina inclusive a recurrir al consumo de sustancias nocivas para la salud lo que potencializa las posibles afectaciones mentales, emocionales y sociales aunado al desarrollo del propio síndrome provocando la distancia de sus familiares y amigos, e impactando negativamente en el rendimiento laboral y académico (14). A pesar de la evidencia de la presencia de este síndrome en los MIP´s, lamentablemente, en la mayor parte de los casos, las autoridades hospitalarias hacen caso omiso a las objeciones emitidas por parte de los internos (15). Se ha documentado que el problema del horario laboral y la carga de trabajo que se le impone al interno de pregra do trae como consecuencia que el MIP no tome decisiones correctas sobre los padecimientos clínicos de los pacientes, ocasionando errores importantes para la salud de los pa cientes (16). Se ha documentado también que las áreas de los ser vicios de cuidados intensivos, oncología, cirugía, medici na interna y anestesiología también son las más afectadas debido a que el personal es más propenso a desarrollar el síndrome de burnout, a causa de la sobrecarga laboral y emocional que se vive con los pacientes de esas áreas (17).
Aspectos éticos
La presente investigación se apega al Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la salud, artículo número 17 y cumple con los lineamientos en mate ria de investigación y ética que se encuentran descritos en la declaración de Helsinki (1975) por la 18ava. Asamblea Médica Mundial y la modificada en la 52ava. en Edimburgo (2020) y con los criterios de la Normas Oficial Mexicana NOM012-SSA3-2012 para la ejecución de proyectos de investigación para la salud en seres humanos.
Conflicto de intereses
Los autores manifiestan no tener conflicto de intereses para la publicación del artículo.
Financiación
No se tuvo financiamiento externo, el estudio se realizó con los recursos de las instituciones participantes.
Material y métodos
Se realizó una investigación cuantitativa de tipo observacional y descriptiva, con el objetivo de establecer la prevalencia de Síndrome de Burnout en los médicos internos de pregrado en los distintos servicios hospitalarios. La población estudiada fue integrada por aquellos médicos internos de pregrados que trabajen en hospitales, clínicas u otras instituciones de salud pertenecientes al estado de Veracruz que hayan cursado al menos 6 meses de internado medico de pregrado; con un tamaño muestral de 206 MIPs, uti lizando un muestreo no probabilístico por conveniencia. Para la variable dependiente se usó el Maslach Burnout In ventory Human Services Survey (MBI-HSS), el cual se describe en el apartado de instrumento, y para las variables independientes se utilizó una hoja de recolección de características sociodemográficas para recabar la información; se compartieron dichos cuestionarios el cual tuvo 3 secciones: la primera sección abarca el consentimiento informado, la segunda sección el MBI-HSS y la tercera sección preguntas sobre características sociodemográficas; una vez se obtuvo la muestra, se procedió a la creación de una base de datos en el paquete estadístico (SPSS) donde se almacenaron los datos tanto cuantitativos y cualitativos para posteriormente elaborar el análisis estadístico.
Resultados
Se aplicó la prueba MBI-HSS (Maslach Burnout Inventory Human Services Survey) a 206 médicos internos de pregrado (MIP) del estado de Veracruz y se analizaron las variables sociodemográficas sexo, edad, estado civil, universidad y sede hospitalaria. Con respecto a la variable estado civil, 195 encuestados fueron solteros que representa el 94.6% de la muestra, 6 casados (2.9%), 5 en unión libre (2.4%) y ningún divorciado (0%). En cuanto la variable sexo, el 54% fueron mujeres y 46% fueron hombres, con un rango de edad entre 22 años y 37 años, con una media de edad de 26.5 años, mediana de 25 años y con una desviación estándar de 4.6. Los encuestados son procedentes de 5 universidades del estado de Veracruz, siendo en su mayoría de la Universidad Veracruzana Campus Veracruz representando un 40.2% de la muestra total, de la Universidad Veracruzana Campus Xalapa el 29.6%, de la Universidad Cristóbal Colón el 27.1% y finalmente de la Universidad Veracruzana Campus Poza Rica el 2.9%. Con respecto a las sedes hospitalarias, 76 médicos internos son del Hospital General de Zona 71 (HGZ 71) representando el 36.8% de la muestra, del HGZ 11 (24.7%), Cae Xalapa 36 (17.4%), HAE Veracruz 31 (5.04%), HGZ Coatza coalcos 11 (5.3%), H. Nachón 1 (0.4%). además, en la tabla 1 se describe la evaluación de los porcentajes de presencia o no del Síndrome de Burnout con base a las características sociodemográficas (véase tabla 1en página siguiente) . Dentro de la categoría de estado civil quien obtuvo mayor porcentaje de casos positivos de Síndrome de Burnout fueron los solteros con 153 MIP (74.2%); sobre el sexo se obtuvo un predominio femenino con 97 MIP (47%), con un rango de edad mayoritario de 22-25 años con 129 MIP (62.6%). La universidad que tiene mayores casos de Síndrome de burnout fue la Universidad Veracruzana Campus Veracruz 71 MIP (34.4%) y la sede con más porcentaje de Burnout es HGZ 71 con 56 MIP (27.1%).
Desgaste emocional
El total de la muestra presentó algún grado de desgaste emocional, del cual el 13.1% fue desgaste emocional bajo (DEB), 10.6% desgaste emocional medio (DEM) y el 11.1% desgaste emocional alto (DEA). Por la parte del DEA los rotantes del servicio de urgencias se identificó el mayor porcentaje 6.7%, seguido del servicio de ginecología y obstetricia que obtuvo 2.4%, mientras que pediatría presentó el menor porcentaje con 0%. véase tabla 2 en página siguiente.
Despersonalización
El 24.7% de la población total presentó despersonaliza ción de bajo grado (DPB), 5.8% despersonalización me dia (DPM) y el 4.3% despersonalización alta (DPA); siendo el servicio de Urgencias quien presentó el porcentaje de (DPA), ningún otro servicio obtuvo algún porcentaje de despersonalización alta, véase tabla 3 en página siguiente.
Realización personal
El 57.2% de la muestra estudiada presentó realización per sonal baja (RPB), 7.7% realización personal media (RPM) y el 34.9% de realización personal alto (RPA). Respecto a la RPB los rotantes del servicio de urgencias fueron quienes presentaron en mayor número con 27.1%; en segundo lugar, se encontró el servicio de ginecología y obstetricia con 18.9%, véase tabla 4 en página siguiente. En el análisis, se determinaron porcentajes y prevalen cias de presencia de síndrome de Burnout (casos positivos) del total de número total de MIPS solo 158 salieron posi tivos a Síndrome de Burnout, con un mayor número de casos en el Servicio de Urgencias con 84 MIP (40.7%); en segundo lugar el servicio de Ginecología y Obstetricia con 44 MIP (21.3%); tercer lugar el servicio de Cirugía General con 17 MIP (8.2%), cuarto lugar el servicio de Medicina Interna con 9 MIP (4.3%), quinto lugar el servicio de Medicina Familiar con 4 MIP (1.9%) y por último lugar el servicio de Pediatría sin obtener casos positivos de Síndrome de Burnout, véase gráfica 1 en páginas siguientes.
Maltrato y trabajo excesivo
Se les preguntó a los encuestados la percepción del causante del Síndrome de Burnout, los cuales tuvieron alto porcentaje el Trabajo excesivo con un 92% de los casos positivos y un 7.5% para maltrato, véase gráfica 2 en paginas siguientes.
Discusión
Los resultados obtenidos por la herramienta de evaluación permiten realizar un diagnóstico situacional respecto a la existencia del síndrome de burnout en el ámbito hospitalario, y con ello establecer las bases para intervenir oportunamente. Se observó que el sexo femenino obtuvo mayor prevalencia de casos positivos de Síndrome de Burnout, concordando con la literatura previamente citada. De acuerdo con nuestros resultados, el servicio con predominancia de síndrome de burnout fue el servicio de urgencias, no teniendo concordancia con Stalin, quien en su artículo, obtuvo altos porcentajes en el servicio de cirugía y ginecología y obstetricia con una prevalencia del 44.44% en ambos;23 en comparación nuestros resultados obtuvieron altos porcentajes el servicio de Urgencias con un 40.7%. Dentro de los subapartados nuestros resultados fueron distintos a los de la autora Fontana MCP (2020) quienes tuvieron un agotamiento emocional alto 33,1% (N = 38) de los internos, se observó alta despersonalización en 45,7% (N = 58) y el 36,2% de los participantes (N = 46) tuvo baja realización personal;26 quienes en contraste nuestros resultados de agotamiento emocional alto fue de 11% (N=23), despersonalización alta 4.3% (N= 9) y realización personal baja 57.2% (N=118), teniendo más prevalencia en esta última subcategoría en comparación al otro estudio. Dado que se trata de un estudio transversal, no se llevó a cabo una evaluación inicial, lo que hace imposible determinar si el síndrome de burnout se desarrolló antes o durante el internado. En este último caso, tampoco se puede identificar en qué servicio se originó ya que son servicio y año rotativos. Por parte del maltrato o trabajo excesivo reportado por Vilchez-Cornejo (2021) en su estudio encontró que el maltrato estuvo presente en el año del internado médico de pregrado siendo más frecuente el maltrato psicológico (89.9%), en segundo lugar, el maltrato físico (62.2%) y el maltrato sexual tuvo una prevalencia del 22.7%(25) sin em bargo nuestros resultados dieron bajos porcentajes de maltrato, siendo más propensos a padecer burnout secundario al trabajo excesivo encontrándose prevalente en un 92.4% de los casos positivos. Por parte de la evidencia científica en zona Veracruz, no se encuentran estudios para comparar la presencia de burnout entre sedes hospitalarias públicas y privadas, sin embargo, este estudio contempló únicamente instituciones públicas, lo que nos resulta interesante el poder hacer una comparación entre las sedes públicas o privadas y comparar la frecuencia de este síndrome en ambas instituciones. Este estudio refuerza la necesidad de abordar cuales son los factores que detonan el síndrome de burnout, por lo que se han establecido métodos para sobrellevar las jornadas hospitalarias a pesar de diversos estresores. Como menciona el autor Serna Corredor (2020) a través de una investigación descriptiva sobre el burnout en el personal del área de la salud, se establecieron ciertas estrategias como un mecanismo de defensa al estrés vivido. Este mecanismo se conforma por tres fases: primero la anticipación, es decir, identificar amenazas o estresores y formular tácticas para sobreponerse a ellos; la segunda fase es la de impacto, cuando sucede el acontecimiento amenazante; y el post-impacto, cuando se enfrenta a la amenaza y se responsabiliza de los efectos que conlleva.(31) Además, es fundamental identificar a los MIP que en frentan diversas situaciones que los hagan más propensos a desarrollar el síndrome, para una intervención preventiva oportuna y así disminuir el factor de riesgo para el desarrollo de este y que esto no influya principalmente en las actividades diarias que debe llevar a cabo el MIP y así po der dar una mejor atención hacia el paciente, además de mantener un estado emocional saludable.
Conclusión
La evaluación realizada permite un diagnóstico claro de la presencia del síndrome de burnout en el entorno hospitalario, subrayando la importancia de intervenir de manera oportuna para prevenir riesgos profesionales y preservar el bienestar de los médicos internos de pregrado (MIP). Este estudio pone en relieve cómo factores como la sobrecarga laboral, el estrés emocional y la dificultad para mantener una adecuada distancia terapéutica contribuyen significativamente a la vulnerabilidad de este grupo frente al burnout.
Aunque no se contó con una evaluación inicial comparativa, los hallazgos sugieren que las dinámicas del entorno hospitalario pueden exacerbar el agotamiento emocional y la sensación de despersonalización en los MIP, afectando no solo su salud mental y emocional, sino también la calidad de la atención que brindan a los pacientes. En este sentido, la falta de investigaciones extensivas en el contexto de Veracruz añade una dimensión crítica a este estudio, al revelar que los MIP en instituciones públicas parecen estar en un riesgo aún mayor, principalmente debido a la falta de atención psicológica oportuna. Dichas intervenciones no solo mejorarían la calidad de vida de los MIP, sino que también contribuirían a la sostenibilidad del sistema de salud al garantizar que los futuros médicos puedan desarrollar su práctica profesional de manera saludable y equilibrada. Solo al priorizar estas medidas será posible mitigar de manera efectiva el impacto del síndrome de burnout en este grupo tan crucial dentro del sistema sanitario no solo en nuestro país, sino a nivel internacional ya que esta condición es generalizada.
Palabras clave: Síndrome de Burnout Internado médico Prevalencia Servicios Hospitalarios Maltrato Trabajo Excesivo.
2025-02-19 | 0 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.2. Julio-Diciembre 2024 Pags. 42-49 Rev Invest Cien Sal 2024; 19(2)