Hospital de los Inocentes, Florencia

Autor: Kumate Rodríguez Jesús

Fragmento

Los visitantes a Florencia, la cuna del Renacimiento, no tienen tiempo de admirar la mayor concentración de tesoros artísticos existentes en la ciudad a orillas del Arno desde la Edad Media hasta nuestros días. Los afortunados repetidores de la primera visita vuelven a ver los mismos lugares y hay razón para ello: la catedral, el bautisterio, el campanario, el palacio Viejo, la plaza de la Señoría, la Academia, el Bargello, San Lorenzo, la tumba de los Medicis, San Marcos, Santa María la Nueva, la Santa Cruz, el Orsanmichele, los Oficios, la galería palatina (Pitti), el Carmen, el puente Viejo por mencionar algunos de los más notables, son fuente inagotable de belleza plástica sin parangón con cualquier otra ciudad del mundo. Es entendible que un turista médico, inclusive pediatra, no se entere de la existencia de una joya de la arquitectura renacentista: el Hospital de los Inocentes, un orfelinato e institución asistencial de recién nacidos y niños, inaugurado en 1444, el primero en su género en Europa. En 1421 Cosme de Medicis (1389-1464) a quien la Señoría florentina nombró Padre de la Patria Cosimo Pater Patriae a la sazón banquero y estadista, encargó a Filippo Brunelleschi (1377-1446), escultor y arquitecto, un genio del quatrocento, la construcción de un orfelinato hospital para acoger niños que sus madres colocaban en el torno existente a la izquierda de la fachada y al darle vuelta el neonato pasaba al interior, al tiempo que hacían sonar una campana para avisar del recién llegado. La obra fue terminada en 1444 por uno de sus alumnos, Francesco della Luna.

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2003-04-10   |   3,629 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 54 Núm.10. Octubre 1997 Pags. 461-463 Bol Med Hosp Infant Mex 1997; 54(10)