Autores: Querevalú Murillo Walter Adolfo, Morales Camporredondo Ignacio
La insuficiencia renal aguda severa, es uno de los mayores componentes del síndrome de insuficiencia orgánica multiple y es muy común en la UCI. Hasta hace poco, la falla renal aguda severa se trataba exclusivamente con terapias de reemplazo convencional de la función renal (hemodiálisis intermitente y/o diálisis peritoneal). El manejo de este problema con estas técnicas tiene varias limitaciones que pueden tener repercusiones negativas graves en el paciente crítico. La diálisis peritoneal por ejemplo, no permite un control adecuado de la azotemia o de la ultrafiltración, y a menudo causa pérdida de proteínas, hiperglucemia y peritonitis. La hemodiálisis intermitente se asocia a hipotensión, hipoxemia, hipoventilación, arritmias y agravamiento del edema cerebral. Recientemente, se ha introducido una amplia variedad de tratamientos continuos de reemplazo renal (TCRR), que se realizan con un circuito extracorpóreo sanguíneo y cierto tipo de hemofiltros. Estas técnicas son adecuadas como terapia substitutiva de la función renal del paciente crítico. Sus ventajas son: a) mantienen la estabilidad cardiovascular; b) el control hidroelectrolítico es fácil y flexible; c) permiten disponer de un espacio para la nutrición parenteral (sin requerir de recursos y unidades especializadas y personal experto en técnicas dialíticas). El uso de TCRR coincide con una reducción notable de la mortalidad. En este artículo se revisan las diferentes modalidades de TCRR.
Palabras clave: Falla renal aguda terapias de reemplazo renal paciente crítico manejo de fluidos apoyo nutricional mortalidad.
2003-04-10 | 3,684 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1997 Pags. 197-207 Rev Asoc Mex Med Crit Ter Int 1997; 11(6)