El alimento como sincronizador de los ritmos biológicos:

su relevancia para la identificación de un oscilador circadiano 

Autores: Escobar Briones Carolina, Martínez Merlos María Teresa, Ángeles Castellanos Manuel, Mendoza Jorge Y

Fragmento

Aparte de las variaciones cíclicas tales como día-noche, estaciones y cambios de temperatura y humedad, los organismos vivos han desarrollado adaptaciones para ajustar su fisiología y su conducta a otros cambios exteriores y para ello aparecieron en la evolución los relojes biológicos, cuyo prototipo -y hasta ahora el único bien caracterizado-, es el ubicado en el núcleo supra-quiasmático del hipotálamo, que percibe señales aferentes de la retina e informa al resto del sistema nervioso central. Hay otros marcapasos locales identificados in vitro en el pulmón y el hígado, que muestran oscilaciones circadianas y se acepta que actúan como sincronizadores de otros ritmos biológicos del organismo. Los autores demuestran, en experimentos en ratas, que la llegada del alimento actúa como sincronizador, al restringir el mismo o cambiar la alternancia de su administración. Esto afecta los procesos de balance energético, los estados de anabolismo o catabolismo, reflejados en los niveles de ácidos grasos y cuerpos cetónicos en sangre, la glucosa, la insulina y la leptina. Es más, parece que el hígado contiene un sistema de estimación del tiempo que lo convierte en un oscilador circadiano.

Palabras clave: Relojes biológicos ritmo de alimentos

2003-04-16   |   1,205 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 44 Núm.2. Marzo-Abril 2001 Pags. 58-62. Rev Fac Med UNAM 2001; 44(2)