Autores: Pérez Jiménez Francisco Javier, Baena Ocampo Leticia del Carmen, López Estrada Drusso, Almazán Díaz Arturo, Ibarra Ponce de León José Clemente
Historia clínica Hombre de 29 años de edad. Antecedente de padre con hipertensión arterial; madre de 65 años con diabetes mellitus no insulinodependiente. Sufrió lesión neurológica del área de integración óptica hace 3 años: neuritis óptica retrobulbar postraumática, que ameritó el uso de corticoides prolongado; lo anterior secundario a lesión traumática al estar viajando en vehículo en movimiento; amaurosis bilateral al tercer día. Referido al Servicio de Oftalmología, se le realiza tomografía, RMN y campimetría, con lo que se establece el diagnóstico de neuritis óptica; a los 15 días del trauma inicia tratamiento con corticosteroides (Prednisona) a dosis de inicio de 30 mg al día durante un mes, el segundo mes con 60 mg al día, el tercer mes con 90 mg al día y llegando a dosis máxima de 120 mg al cuarto mes. Al quinto mes, dosis de destete semanal, 80 mg durante la primera semana, 60 mg a la segunda semana, 20 mg a la tercera semana, 10 mg a la cuarta semana, y 5 mg por 3 días. Refiere que a pesar del tratamiento, persiste con debilidad visual bilateral. Desde hace un año refiere impotencia por disfunción eréctil, que progresa a hipogonadismo atrófico que ameritó toma de biopsia testicular dos meses previos a su interrogatorio. Acude al Instituto de Ortopedia (CNR) por dolor en ambas rodillas de seis meses de evolución, de predominio derecho, sin causa aparente, de tipo punzante, sin irradiaciones, de inicio súbito, de duración variable y remisión espontánea, que aumenta con la flexión y extensión, siendo de intensidad moderado a severo, hasta limitar actividades de la vida diaria; acompañándose de aumento de volumen en ambas rodillas y con evolución progresiva.
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2003-04-22 | 1,173 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 45 Núm.1. Enero-Febrero 2002 Pags. 38-42. Rev Fac Med UNAM 2002; 45(1)