La alimentación del lactante minúsculo

Autores: Enríquez Clavero José O, González Rodríguez Nancy M, Alonso Ramírez Maribel

Resumen

En 1994 fue concluido un estudio longitudinal realizado a un grupo de lactantes que habían sido recién nacidos minúsculos (peso al nacer 1 500 g), y parte importante de esta investigación consistió en la vigilancia nutricional y crecimiento físico de ellos mediante mediciones seriadas del peso, talla, circunferencia y pliegue cutáneo al nivel del tercio medio del brazo, así como el cálculo de velocidades de crecimiento, índices y variables de composición corporal. En uno de los análisis efectuados la muestra fue dividida atendiendo al tipo de lactancia natural o artificial (se descartaron los de lactancia mixta) para observar su influencia en las variables directas e indirectas antes mencionadas en los primeros meses de vida. Como era de esperar, los resultados obtenidos demostraron que el tipo de alimentación influye sobre el comportamiento de un considerable número de las variables antropométricas estudiadas, sobre todo aquéllas que expresan composición corporal: los valores de Z, al comparar ambos grupos, fueron estadísticamente significativos para la circunferencia braquial, el índice CB/CC, el área muscular y el área grasa; pero lo sorprendente fue encontrar que los valores fueron mayores en los niños que recibieron lactancia artificial, lo cual (a primera vista) contradice lo esperado. Sin embargo, la búsqueda permitió comprobar que nuestros resultados coinciden con datos informados en la literatura médica reciente.1.2 En el primero de estos artículos se plantea que en varios países (EE.UU., Canadá, Australia, Suecia, Reino Unido, etc.) el crecimiento de los lactantes amamantados se desvía de los datos corrientes de referencia, pues en general éstos tienden a crecer rápidamente en los 2 ó 3 primeros meses, pero luego lo hacen más lentamente. Una explicación razonable para justificar estos hallazgos parecen ser las variaciones de la composición de la leche materna durante la lactancia, cuyo contenido de grasa se incrementa progresivamente con el tiempo, lo que puede proporcionar un mecanismo para controlar el ingreso de agua y energía y puede explicar la baja incidencia de obesidad en los niños alimentados mediante el pecho.3.4. Por el contrario, el cambio de una dieta rica en grasa hacia una rica en carbohidratos, produce modificaciones metabólicas que inducen a la lipogénesis, según lo planteado por Mayor.5 Todo lo anteriormente expuesto permite suponer que esas diferencias están determinadas por distintos aportes calóricos en ambos tipos de alimentación.6 Otras investigaciones del crecimiento, la composición corporal, y el consumo de leche 7.8 han demostrado la existencia de alta correlación entre los volúmenes de leche ingerida y la ganancia de peso y grasa, pero no con el incremento de la longitud corporal, lo cual sugiere una gran capacidad de formación de tejido adiposo durante las primeras etapas del desarrollo posnatal. Nuestros resultados coinciden con éstos. Es necesario profundizar en los requerimientos nutricionales del recién nacido pretérmino y bajo peso, en las características de su sistema digestivo y en las nuevas tendencias de alimentación, 9.10 especialmente en el primer trimestre de vida, porque tal vez para este grupo de niños haya que tomar muy en cuenta la afirmación de Mogales, 1989: "no deben buscarse razones para justificar la lactancia natural cuando lo único que deberá justificarse es el abandono de las funciones naturales".

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2003-05-15   |   609 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 69 Núm.3. Julio-Diciembre 1997 Pags. 201-203. Rev Cubana Pediatr 1997; 69(3-4)