Autor: Rueda Jaimes Germán Eduardo
El pasado 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizó el Día Mundial de la Salud. Cada año se selecciona un nuevo tema para resaltar aspectos de la salud pública de interés mundial. Durante el Día Mundial de la Salud 2001 se llevó a cabo una iniciativa de sensibilización mundial sobre aspectos de la salud mental. El objetivo primordial se centró en influir sobre la opinión pública y estimular el debate sobre la manera de mejorar la actual situación en esa esfera. Afortunadamente, cada vez es mayor la atención internacional dedicada a la salud mental, pero así y todo queda mucho por hacer. Ningún país, ninguna persona es inmune a los trastornos mentales, y su repercusión en los planos psicológico, social y económico es enorme. En todo el mundo, unos 400 millones de personas sufren trastornos mentales, neurológicos o psicosociales como los relacionados con el abuso del alcohol y las drogas. De cada cuatro personas que buscan ayuda en los servicios de salud, una al menos padece alguno de esos trastornos, que a menudo no se diagnostican correctamente y, en consecuencia, no se tratan.1 Se dispone de medicamentos para tratar muchos trastornos y lograr que las personas con problemas mentales/cerebrales se desenvuelvan en la comunidad. Sin embargo, las sociedades siguen levantando barreras tanto a la asistencia que requieren esas personas como a su reintegración.
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2003-07-01 | 910 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.11. Septiembre 2001 Pags. 109 MedUNAB 2001; 4(11)