La lactancia materna

Autor: Velázquez Velassi Beatriz

Fragmento

El alimento que es sin duda el más adecuado a las características anatómicas y funcionales del menor de cuatro meses es la leche materna. Con la llamada lactancia materna exclusiva, se confiere un grado de protección importante al recién nacido, tanto frente a infecciones gastrointestinales como respiratorias, y se dan las condiciones para un crecimiento y desarrollo armónico y adecuado en el primer año de vida. A pesar de estos beneficios ha habido factores que invitan al abandono del seno materno, relacionados con aspectos sociales, económicos y culturales. Dentro de ellos el rol de la mujer ante el trabajo y los estilos de vida, han determinado el aumento en el consumo de los llamados sucedáneos de la leche materna y un incremento en el uso de mamilas y chupones, que no son esterilizados completamente. Asimismo la importante promoción de artículos y alimentos para el bebé han influido en la madre, sumando a la causa primera que se refiere la madre: la falta de producción de leche, afirmando “el niño no se llena, se queda con hambre”. Esto la motiva a incluir las leches de bote, tés y atoles en la alimentación del neonato alterando su digestión. En consecuencia disminuye la succión y el estímulo neuroendocrino para la producción de la secreción láctea. La lactancia materna permite un contacto piel a piel, relación que brinda afecto, alimento que da protección y un vínculo afectivo entre madre e hijo.

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2003-07-05   |   795 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 42 Núm.4. Julio-Agosto 1999 Pags. 174. Rev Fac Med UNAM 1999; 42(4)