El dolor es una de las causas más comunes (Schappert, 1989) y más personales por las que un paciente busca atención médica. Lo hace no sólo para conocer la causa del mismo a fin de encontrarle un remedio, sino también por la incapacidad que ocasiona éste para desarrollar las actividades diarias y por la preocupación que genera (Gureje, 1998). Cuando el dolor persiste por meses o años, su efecto deletéreo sobre el individuo es muy importante. Lo anterior implica que deja de ser un síntoma para conformar un síndrome. El síndrome de dolor crónico es un problema multidimensional que se acompaña de cambios en el comportamiento, como limitar las actividades diarias así como propiciar la búsqueda frecuente y excesiva de medicamentos y atención médica. También se acompaña de cambios constantes en el estado de ánimo que se hacen más evidentes cuando no se encuentra una causa orgánica del dolor (Aronoff, 1998b). El dolor crónico es un problema de salud frecuente, que tiene repercusiones graves sobre el individuo, la familia y la sociedad (Bonica, 1992). Es asimismo causa frecuente de incapacidad laboral en adultos entre 24 y 64 años (Aronoff, 1998a). Además del sufrimiento, la pérdida económica que conlleva el dolor crónico es muy alta. En pacientes que acuden a una unidad médica de primer nivel de atención, la presencia de dolor de más de seis meses de evolución es de hasta 22% (Gureje, 1998). La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (por sus siglas en inglés, IASP, 1995) menciona que entre 30 y 40 millones de personas padecen en Estados Unidos algún tipo de dolor crónico. La cefalea crónica o recurrente afecta aproximadamente a 40 millones de estadounidenses; más de 65 millones de días de trabajo se pierden solamente por migraña, y el dolor crónico o recurrente de espalda baja afecta a más de 15 millones debido a accidentes laborales. Múltiples son los síndromes de dolor crónico y se dice que el costo anual en aquel país es de 150 mil millones de dólares (Aronoff, 1998a). Con frecuencia, el paciente con dolor crónico presenta una intensidad de dolor fuera de proporción con los hallazgos de la historia clínica, la exploración física y los estudios paraclínicos. Asimismo, la intensidad y las molestias afectan aspectos de la personalidad, el afecto y el funcionamiento del sujeto (Bonica, 1992). De la misma manera, diferentes aspectos psicológicos modifican la percepción de incomodidad e intensidad del dolor (Crook y cols., 1989)...
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2003-07-17 | 751 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 24 Núm.6. Diciembre 2001 Pags. 1-3. Salud Ment 2001; 24(6)